Tácticas de la dominación

Tácticas de la dominación

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
Un amigo me envía este correo:

-China tiene más gente con un coeficiente de inteligencia superior (genios) que todos los moradores de América Latina.

-Todos los días circulan 6 mil millones de mensajes de texto, más que la población del mundo.

-Se publican 3 mil libros diarios y el New York Times imprime en una semana más informaciones de las que tuvo acceso persona alguna en el siglo XVIII. Cada año se producen más informaciones       que en los cinco mil años anteriores.

-El conocimiento se duplica cada dos años, a partir del 2012 será cada tres días. En el 2006 se produjeron 47 millones de laptop

-Los cambios están aquí y representan un salto extraordinario.

!Qué tolete! de correo me ha enviado mi amigo.

Se apuesta a que continuaremos como objetos de la historia, no como sujetos. Sin embargo, quienes fueron esclavizados buscadores de oro, sirvientes, pateados por el trasero y jodidos como cocineros, hoy son los genios.

Se relacionan los datos con América Latina, pero  se oculta la guerra del opio entre Inglaterra y China, que ganaron los británicos,  para obtener el manejo del negoción del narcotráfico.

Hoy los británicos están por debajo de los indios, a quienes robaron y jodieron, hasta que Gandhi aguantó demostró que una estrategia inteligente acompañada de una táctica cojonuda (como aguantar palos de los salvajes ingleses) puede lograr el triunfo.

El autor de tan interesantes datos toma América Latina como lo último, la región condenada, no es un gran cambio, si es que es cambio. No debamos resignarnos, resignarse es poner las nalgas. Ninguna resignación.

Marx hablaba de la división internacional del trabajo. ¿Acaso olvida que durante siglos fuimos productores de “indias” de anchas caderas y buena salsa para el sexo, de hombres que según nuestra Santa Madre Iglesia (!carajo!) no tenían ánima y los mataron a todos en El Caribe y a millones, a lo largo y ancho de América?

El autor de las observaciones condena a los latinoamericanos  a que mantengamos doblada la cerviz, para que el amo blanco cace unos extraños animales salvajes, semidesnudos, famélicos, hijos de un continente riquísimo cuyo único vocabulario ante el rifle del blanco asesino es: mi no, plis (mi no please) que se escucha antes de que el hombre armado dispare.

La técnica, la tecnología, el invento, el descubrimiento de última generación se usó en la conquista de este continente, del Africa y, en parte, del Asia, cuando se empleó la pólvora contra la flecha, el arcabuz contra la honda. Así !qué fácil es!

Eduardo Galeano en “Las venas abiertas de América Latina” dice que si se colocara el oro extraído de Bolivia sobraría para construir un puente entre Bolivia y España. !Caramba! y aún así queremos desconocer el derecho que tienen los descendientes de los aborígenes de aquel país a manejar sus recursos naturales y a rescatar sus vidas del abismo donde los quieren mantener: el de la ignorancia y la falta de oportunidades. Somos crueles y pendejos, nos dejamos explotar y sonreímos.

El oro de América hizo el desarrollo de Europa y no nos devuelven ni migajas.

Cuán interesante sería viajar a Europa o  Estados Unidos y tener la fuerza de reclamar lo nuestro.

Son tan ladrones, que se llevaron las culturas egipcia y griega para sus museos, como si fueran sus propietarios.

Es cierto, la historia se ha escrito al revés. Su error, a pesar de todo, fue enseñarnos a leer y escribir para obligarnos a leer la Biblia, donde hay un canto a la libertad, a la igualdad y a la solidaridad.

Nada más, por ahora.
Y gracias por el correo.
Feliz Día de los Santos Reyes.

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