Hoy 
POR NELLY RAMÍREZ
Hace 93 años China era un imperio, lo que motivó a un grupo de revolucionarios demócratas a derrumbar ese régimen y establecer la primera República en Asia, donde por más de cuatro mil años habían gobernado los emperadores; es de esa manera que nace un 10 de octubre de 1911 la República China de Taiwán.
Esta fiesta de carácter patriótico es celebrada por los taiwaneses alrededor del mundo todos los años, y en esta oportunidad quisieron hacerlo de forma diferente, con niños y niñas huérfanos del país, como una manera de contribuir con sus necesidades prioritarias.
La Fiesta Nacional de la República China de Taiwán tuvo como escenario el Coliseo de Boxeo Teo Cruz, del Estadio Quisqueya, y contó con la presencia de la primera dama de la República, Margarita Cedeño de Fernández; autoridades gubernamentales, legislativas y religiosas, así como ministros adscritos a la embajada china en el país.
Para la ocasión, el embajador de Taiwán, John Feng, hizo un donativo de US$62.267 a la primera dama, como una contribución a su programa de ayuda a los niños huérfanos y de escasos recursos.
Al pronunciar su discurso, tras el acto de entrega, el embajador dijo: Todos los años los chinos en Taiwán y alrededor del mundo celebramos este día, al igual que todas las embajadas ofrecen una recepción para conmemorar; pero este año, debido al lamentable paso por República Dominicana del huracán Jeanne, decidimos hacer algo diferente para compartir con los menos afortunados, y, con la ayuda del Despacho de la Primera Dama, estamos ofreciendo esta fiesta a los niños más necesitados en ocasión de nuestro Día Nacional. Es una celebración en donde en vez de caviar, champaña y otras exquisiteses, brindaremos pizzas, hot dogs, palomitas de maíz, helados y refrescos.
En el día de hoy presentaremos para ellos la tradicional Fiesta del León, música china interpretada por chino-dominicanos y otras tradiciones de nuestra celebración. Dice un proverbio chino que es más apreciado regalar un trozo de carbón en el frío del invierno que agregar una joya extra a la corona. La embajada de Taiwán desea sentar un ejemplo de compasión y mostrar la sinceridad y los buenos deseos que tiene hacia el pueblo dominicano, concluyó.
