El DEAN, MONTE PLATA.  Hace varios años que el joven campesino Pedro Sánchez abandonó la práctica de matar culebras en los predios donde antes cultivaba chinolas y rubros agrícolas. Dedica casi todo el tiempo a la crianza de ganado, en pequeña escala, y ocasionalmente a “motoconchar”. Transporta pasajeros de la pequeña comunidad hasta el Cruce del Pajón.

Dejó atrás el mal hábito de eliminar reptiles. Colgó su afilado machete, regaló la vieja y gastada asada y guardó en su casa el hacha, una herramienta cortante con la que derribó cientos de árboles en los terrenos que cultivó durante años en un área cercana a la cuenca del río Sabita.

“Dejé eso ya”, comenta Sánchez.  Sin embargo, otras personas retomaron con más vigor la tarea de depredar los recursos naturales de esta comunidad. Una peligrosa combinación de inmigrantes haitianos y agricultores dominicanos talan extensas zonas de bosques y derriban árboles en la cuenca alta y baja del río Sabita, tributario del río Ozama.

 “Aquí todos los días llegan haitianos y se mudan en casuchas. A los pocos días tumban y queman. Dañaron su país y ahora van a destruir el de nosotros. Usted sabe que, según dice la gente, porque yo nunca he ido a Haití, en ese país no hay ni un palito para remedio”, afirma Juan Pijín.

La destrucción de bosques a orillas del río Sabita preocupa a muchos dirigentes comentarios de El Dean.  Es una responsabilidad compartida entre inmigrantes haitianos y parceleros dominicanos. Los primeros depredan los árboles y zonas boscosas en terrenos de agricultores locales.

“Si esto sigue así, adiós río. Esa Sabita que usted ve ahí tenía muchos camarones, jaibas, dajaos, guabinas, róbalos, sagos, tilapias y hasta pejes gatos. Pero eso se acabó. La misma gente de aquí acabó con tó. Ya el río no tiene ni vaitas, ni chirinches, no tiene de ná”, expresó Sergio Almonte.

Los inmigrantes haitianos no asumen responsabilidad por el daño que ocasionan. Aunque las tumbas y quemas son frecuentes, especialmente en esta época del año, ninguna autoridad de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha visitado la zona.

-¿Tú sabes quién es Jaime David Fernández Mirabal?, se le preguntó a un haitiano que retornaba de depredar. -“Yo no sabe na de Jaima…?

-¿Y a Ernesto Reyna, lo conoces?. -“No, no…”, responde. Estaba nervioso y aceleró el paso. Era evidente que ni siquiera había escuchado los nombres de los funcionarios que se mencionaron

-Ese es primo de Leonel, el Presidente de la República, contestó un conductor de un camión que transportaba caña de una finca privada.

-Apuesto a que no sabes quiénes son Eleuterio Martínez y Manuel Serrano. El haitiano movió ligeramente la cabeza, indicando que no conocía a los funcionarios de Medio Ambiente.

En el pequeño poblado todos conocen del problema- algunos se quejan, otros se preocupan y a la mayoría no les importa el problema. Se sabe, además, que un alto grupo  de personas, propietarios de camiones, extraen indiscriminadamente arena,  grava y piedras del cauce del río Sabita.

 Las autoridad competente en la pequeña localidad está representada por efectivos del Ejército Nacional. Una vieja casa de tablas podridas y techo perforado, que da la impresión de que se derrumbará en cualquier momento, sirve de destacamento a los militares, a quienes la población observa cómodamente sentados durante el día frente al pequeño parque de la localidad.  Las querellas se reciben en una mascota escolar.

Lugares de interés.  La provincia de Monte Plata, una de las más pobres del país,  tiene lugares de interés histórico, turístico y cultural. Sin embargo, los gobiernos de turno no han realizado las inversiones necesarias para crear empleos, ejecutar obras y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Los dirigentes políticos de los tres partidos mayoritarios (senadores, diputados, síndicos y funcionarios que han ocupado posiciones gubernamentales), tampoco han aportado al desarrollo.

Sin embargo, Monte Plata, fundada el 27 de abril de 1605,  tiene importantes ríos, montañas y lugares para visitar y disfrutar.

Algunos de ellos son frecuentados por personas que disfrutan del ecoturismo, tales como:

– Balneario del río Comate, en el municipio de Bayaguana. Los fines de semana y días feriados cientos de personas visitan ese lugar. El calamitoso estado de la carretera dificulta su acceso.

La comunidad ha reclamado sin éxito al gobierno peledeísta la construcción de la vía para incentivar el turismo.

– Salto del Socoa. Es un lugar paradisíaco, impresionante. Es uno de los saltos de agua dulce más hermosos y exuberantes del país.

– Parque Nacional de Los Haitises, un área protegida que ha sido casi devastada con el paso de los años, hasta llevar la zona boscosa al borde de la extinción. Decenas de campesinos han sido desalojados por el Gobierno, pero todavía se practica allí el conuquismo.

– Salto de río Boyá, en Gonzalo. También se le conoce como “El 12” y “El Charco de las Culebras”. El lugar ha sobrevivido a las embestidas de los depredadores que durante años deforestaron las márgenes de río.

El Cristo de Bayaguana.  A final y a comienzo de cada año, Bayaguana es frecuentemente visitada por fieles de todo el país que acuden a su Santuario, a rendirle fe y pleitesía al Santo Cristo.

– Iglesia de Boyá. Fue uno de los últimos reductos de los indígenas que poblaron la isla antes de llegar los españoles.

El Charco de Salvador. Es un hermoso lugar ubicado en la cabecera de río Boyá. Los depredadores han deforestado parte de su entorno.

Fechas conmemorativas.  19 de enero. Entrada de los toros que los criaderos del ganado vacuno les donan a la Virgen de la Altagracia cada año, celebrándose dicha donación con una gran caminata y corrida de caballos por las calles de la población.

20 de enero. Entrada de los atabales, actividad que se celebra dentro del marco de las fiestas que en honor a la virgen se celebran.

21 de enero. Festividad en honor a la virgen de al Altagracia,  procesión y diversos actos religiosos.

13 de junio. Fiesta en honor al Santo Patrón San Antonio de Papua. 

Pueblo, producción y necesidades

El Dean es una localidad de la provincia de Monte Plata. Tiene una calle principal empedrada y polvorienta y varios callejones de tierra. Hay numerosas bancas de apuestas, ventorrillos y varios colmados donde se juega dominó y se toman tragos en las tardes calurosas y días feriados.

La mayoría de sus habitantes viven de la agricultura y la ganadería. Algunos jóvenes se dedican al “motoconcho”. Hay una población joven ociosa que se puede observar en las calles, los negocios y el parque en horas diurnas y nocturnas.

En algunas viviendas polvorientas y postes del tendido eléctrico se pueden ver afiches casi ilegibles de los candidatos que participaron en las elecciones generales el año pasado. “E, pa,lante que vamos”, se lee en la puerta de una humilde vivienda. Justo al frente, otra consigna dice: Miguel, el cambio para mejorar”.