Esta anomalía puede ocurrir por deficiencia alimentaria de la madre durante el embarazo, como por enfermedades sistémicas y alteraciones endocrinas
POR NELLY RAMÍREZ
La talla baja en el niño puede detectarse a tiempo y evitar que se prolongue y llegue a afectar el desarrollo físico, mental y emocional de éste. Esta deficiencia puede diagnosticarse en el primer año de vida, que es una de las etapas de crecimiento más rápida.
En la actualidad este problema de crecimiento, que puede ocurrir tanto por la deficiencia alimentaria de la madre durante el embarazo, como por enfermedades sistémicas y alteraciones endocrinas, es menos frecuente debido a que se ha incrementado la cultura, ya casi en todos los niveles de la sociedad, de llevar al niño periódicamente al pediatra para su evaluación.
Sobre este tema conversamos con la doctora Rosalda Damiano de Rojas, especializada en Pediatría, quien explica que en los últimos años son muy reducidos los casos de niños con talla baja o problemas de crecimiento, debido a que éste se puede solucionar en los primeros meses de vida, siempre que el niño sea consultado con el pedíatra como establece el protocolo médico, desde su nacimiento hasta el primer año, mensualmente.
En el primer año, que es una de las etapas en que el niño presenta los extirones de crecimiento más significativos, llegando a crecer alrededor de una pulgada por mes, el pediatra se puede dar cuenta si hay un problema de estacionamiento, es decir, que no haya adelanto.
Indica la experta, que el niño tiene dos períodos muy importantes de crecimiento: desde el nacimiento hasta el primer año de vida y durante la etapa prepubertad y pubertad. Precisa, que generalmente al momento del nacimiento el niño tiene un promedio de 20 pulgadas, y que durante los doce meses siguientes crece alrededor de una pulgada cada mes.
Sin embargo, entre el primer y segundo año el niño solo aumenta aproximadamente cinco pulgadas, lo que significa que es en los primeros doce meses cuando ocurre el mayor crecimiento, y luego en la etapa prepuber y puber, afirma la doctora Damiano de Rojas.
Por eso considera de suma importancia observar el desarrollo del niño durante el período mencionado, ya que es ahí cuando éste alcanza su máximo desarrollo, no solo desde el punto de vista físico, sino también intelectual.
Sus Causas
Indica la pediatra, que ésta tiene múltiples causas, y que puede ocurrir tanto por problemas intrauterinos, o sea durante la concepción y gestación, como por enfermedades sistemáticas. La talla baja en el niño puede darse por una mala nutrición de la madre, así como por una patología de diabetes, cardiopatía, neurosis cerebral, hipotiroide u otras.
Aunque en otros casos puede ocurrir que el niño nazca bien y más tarde desarrolle cualquiera de las patologías mencionadas, por lo que es preciso estar alerta a estos problemas, recomienda la pediatra y presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría.
También presentan problemas de retardo en el crecimiento los niños que nacen de madres que han tenido infecciones virales, como la rubeola. Igualmente las madres que toman alcohol, consumen estupefacientes y las fumadoras, quiero hacer incapiés en esto, porque los niños de madres fumadoras raras veces no tienen problemas de peso y de talla baja, incluso, hay que destacar que los bebés de madres fumadoras casi siempre nacen prematuros, los que naturalmente tienen un desarrollo más lento.
Luego que nacen debe haber proporción en cuanto a la alimentación, la cantidad de carbohidratos, proteínas y grasas, ya que no puede haber un exceso de grasas y menos proteínas, porque entonces el niño va a presentar desnutrición, añade. Cuando esto sucede estaremos frente a un niño con problema hipoproteinemia, el típico niño que se hincha. Explica que igualmente las madres que durante el embarazo no se alimente bien, sea porque tienen vómitos frecuentes o porque no tenga los recursos para hacerlo, esto también conlleva a que el bebé sufra de bajo crecimiento.
La mujer embarazada requiere de la ingesta de vitaminas suplemantarias, hierro y ácido fólico.
También las madres con trastornos psico-afectivos son algunas de las causas que repercuten en el crecimiento de los hijos.
Perfil
Rosalda Damiano de Rojas es la actual presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, entidad que recientemente cumplió 60 años de fundada. Ostenta el cargo desde el 2005, y, dentro de los proyectos desarrollados y que pretende continuar hasta el momento de concluir su misión, está seguir respaldando a la Secretaría de Salud Pública en cuanto a los programas de prevención de enfermedades que afectan a los niños.
La sociedad pertenece a la Comisión de Dengue y Comisión Nacional de Lactancia Materna, las cuales trabajan por el bienestar de los niños y niñas dominicanos.
Otras de las tareas de la actual directiva es la capacitación constante de los pediatras, de los que hasta el momento ha preparado 300 en el área de resucitación cardiopulmonar.
Trabajan también con la Asociación de Médicos por la Paz, entidad sin fines lucrativos con la que conjuntamente trabaja para disminuir la mortalidad infantil. La tarea más importante que hemos realizado en esta gestión es la disminución de la mortalidad infantil, expresa la especialista.