Dos años atrás, cuando iniciamos en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo  el proceso de elaboración de la Propuesta de Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030, entendíamos que uno de los elementos a los que debíamos prestar atención era al rol de la  profundización financiera en el proceso de desarrollo económico. 

Los países que han dado un salto en su desarrollo productivo han sido capaces de estructurar un sistema financiero que canaliza el ahorro hacia el financiamiento de la inversión productiva de manera ágil y eficiente. Tal es el caso de  países  como   Corea del Sur y China, donde la profundización financiera, medida por la relación de total de crédito al sector privado respecto al Producto Interno Bruto, alcanzó en el año 2007 niveles en torno a 110%, conforme a las informaciones ofrecidas en el Reporte de Indicadores de Desarrollo Mundial del Banco Mundial.  Un ejemplo más cercano es Chile, donde dicha relación se situó en 88%.  Para nuestro país, esa misma fuente de información reportaba que en el año 2007, el crédito al sector privado representó un 33% del PIB.   

¿Cómo propiciar una mayor profundización financiera en la economía dominicana en el marco de un sistema financiero sano y solvente que permita a las empresas dominicanas,  especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas,  tener acceso a recursos financieros en condiciones competitivas para financiar sus procesos de expansión y de diversificación productiva?  Es precisamente en la búsqueda de respuesta a esta interrogante que el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo solicitó al Banco Mundial la realización  de una serie de estudios que permitieran una mejor comprensión de la problemática, y que sirvieran de insumo para una reflexión y debate abierto en torno a  opciones de políticas que se considere valioso incorporar en una estrategia de desarrollo del país a largo plazo.

En las conversaciones iniciales con el equipo técnico del  Banco Mundial quedó claro que había que prestar atención  a las condiciones habilitadoras que inciden sobre el acceso al crédito, como son las relativas a la protección de derechos de crédito, alcance de los sistemas de garantía, normas contables y  de registro y difusión de información empresarial, entre otros, Pero también se consideraba relevante prestar atención a las características operativas de las empresas que son determinantes para su cualificación como sujeto de crédito.

En el día de hoy, asistimos a la divulgación de tres estudios que consideramos de gran utilidad por su contribución a la identificación de un conjunto de aspectos que ameritan ser abordados,  si se desea avanzar en materia de profundización financiera y mejora del clima de negocios, siempre bajo la premisa de que estos dos últimos aspectos son de vital importancia para  la competitividad y  desarrollo de un país.   El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, -tanto en cumplimiento del mandato legal de coordinar la elaboración de la  Estrategia Nacional de Desarrollo como en su calidad de enlace entre el Gobierno Dominicano y la familia que constituye el Banco Mundial-, y el Consejo Nacional de Competitividad -como instancia orientada a impulsar la adopción de políticas que eleven la competitividad del país-,   se complacen en presentar estos estudios  a la consideración de calificados representantes de los  sectores público y privado, hoy presentes en este taller.

En el primero de estos trabajos, que se refiere a  la Actualización del Informe sobre el Cumplimiento de Normas y Códigos de Contabilidad y Auditoría, encontramos un conjunto de recomendaciones orientadas a mejorar el registro de la información financiera de las empresas, y en particular las exigibles a las pequeñas y medianas empresas. Entre otras se destaca la recomendación de la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera para las Pequeñas y Medianas Empresas emitidas por el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad en julio del 2009, a fin de proporcionar un alivio muy necesario a las entidades en el extremo inferior del espectro corporativo y establecer normas de declaración realistas y alcanzables.

El segundo estudio es el Reporte sobre la Observancia de Estándares y Códigos sobre Insolvencia y Derechos de Crédito, en el cual se plantean recomendaciones relevantes en materia de mejoría de los marcos legales sobre  garantías y prendas, registros inmobiliario y  mobiliario y procesos de ejecución de garantía, entre otras.  Muchas de estas recomendaciones han sido incorporadas en el Proyecto de Ley de Restructuración Mercantil y Liquidación Judicial que cursa en el Senado de la República.

El último informe se refiere al Acceso a Servicios Financieros: Financiamiento  de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas  en el cual se resalta que la  profundización de los servicios de financiamiento a las MIPYMES es un tema amplio,  que no debe  reducirse únicamente a los temas de tasas de interés y fondos de garantías, ya que deben considerarse los obstáculos y/o restricciones propias a las MIPYMES por el lado de la oferta y la demanda de servicios de financiamiento, así como las potenciales restricciones y/o obstáculos que pueden provenir de las acciones gubernamentales, organizacionales y normativas (regulación). Y plantea, además, que una política pública integral de apoyo a las MIPYMES debería desarrollar un soporte de apoyo amplio que iría más allá del ámbito financiero. Este  apoyo integral involucra el desarrollo y coordinación, con el sector privado, de programas de desarrollo empresariales (gestión y capacitación gerencial), asistencia técnica y financiera (desarrollo de la cultura financiera), programas de desarrollo tecnológico e innovación y programas que ayuden a las MIPYMES a acceder a nuevos mercados (domésticos y externos), brinden informaciones estratégicas y generen asociatividad empresarial.

Tal como pueden apreciar, existe una gran interdependencia en las recomendaciones antes señaladas, lo cual nos anima a esperar, en el marco de la concertación de la Estrategia Nacional de Desarrollo y  en una estrecha relación público-privada, a que  vayan surgiendo los entendimientos y las líneas de acción que permitan impulsar el desarrollo acelerado de la MIPYMES, como sector de singular importancia en la economía dominicana.

Las políticas públicas propuestas en la Estrategia Nacional de Desarrollo se orientan a reducir el alto grado de informalidad en el sector productivo, donde una  gran cantidad de empresas desarrollan sus actividades al margen de las normas legales y muchas veces, en condiciones de precariedad que implican una bajísima productividad. En la otra cara de la moneda, en el campo social, esto se traduce en que alrededor de la mitad de los trabajadores ganan salarios muy bajos  y no disfrutan de los beneficios potenciales de la seguridad social. Otro aspecto de especial importancia en el caso dominicano, es la poca capacidad del sistema financiero formal para canalizar recursos hacia las MIPYMES, constituyendo un factor restrictivo que les impide crecer e incorporar tecnologías que eleven su productividad y competitividad.

Esperamos que las reflexiones en este taller se conviertan en uno de los puntos de  arranque del  proceso de transformación del modelo de desarrollo, que no solo se traducirá en un aparato productivo más eficiente, competitivo y equitativo; sino que también contribuirá a mejorar la calificación de la República Dominicana en diversos indicadores internacionales como son el Doing Business y el Indice de Competitividad Global; los cuales implican, además, mayor atracción de inversión extranjera directa y disminución del riesgo país.

Debo expresar a nombre del Gobierno Dominicano el agradecimiento al Banco Mundial por haber respondido con presteza y alto sentido de colaboración en este esfuerzo de generar el debate necesario que nos permita avanzar en la búsqueda de soluciones a problemas que afectan nuestras posibilidades de desarrollo. También quiero agradecer  el auspicio y colaboración brindada por la Delegación de la Comisión Europea, que han facilitado que pueda llevarse a cabo este evento.

Pero sobre todo quiero agradecer a las instituciones públicas y privadas que hoy participan en este taller,  y les deseo una  fructífera jornada en torno a los temas planteados, de manera  que sus recomendaciones en torno a estos tópicos impliquen el inicio del compromiso público-privado por impulsar una mayor profundización financiera en la economía dominicana promovida por un sistema financiero sano y solvente, como uno de los  elementos clave de la competitividad y el desarrollo productivo. Con estos propósitos, y contando con la reconocida capacidad de los participantes convocados, les damos la bienvenida a  este Taller.