A pesar de que una persona autorizada en la lucha anti trujillista como el querido compueblano Henry Acosta señala que en el artículo anterior olvidé mencionar que en año 1954, siendo yo un muchacho de 10 años participaba en reuniones que él promovía en nuestra casa con Mamá y otras personas, así como acontecimientos en los que coincidimos junto al presidente Francis Caamaño durante la contienda de abril, le recordé que el objetivo principal de estas entregas es destacar aquellos momentos que se iniciaron con la muerte de Chapita, como le decíamos a Trujillo, ocurridos entre 1961 y 1962.
Lo que a pesar de sus imperfecciones, denomino bases de la libertad y democracia logradas. Destacando personas que gracias a Dios nos acompañan.
Inmediatamente después de la muerte del tirano se desataron las amarras. Se rompieron los muros de contención. Además de partidos, de los que he escrito, surgieron los grupos estudiantiles universitarios: FRAGUA, BRUC, FUR; en la secundaria UER, JRC; los abogados con ADOMA, los médicos con la AMD; los empleados con FENEPIA, las centrales sindicales CASC, FOUPSA; Asociaciones de empleados no vinculadas a las confederaciones. Programas políticos de orientación democrática y combate al sistema de oprobio que vivió el país, pocos pero que se recuerdan, algunas de cuyas voces mencioné en la entrega anterior.
La UASD, los liceos, El Conde, Parque Independencia y la calle Espaillat, fueron los principales centros de actividades donde la gente, expresaba sus sentimientos e ilusiones. Fue para muchos el despertar de un letargo ominoso. Se inició la búsqueda del saber, libros, folletos. Todo lo que significara conocimiento. Reuniones, peñas, cafés literarios.
Recuerdo a Bonaparte Gautreaux Piñeiro (Kbito), Federico Lalane, compañero de trabajo en el Bagrícola, Hernán Vázquez, Milvio Pérez, Carlos Olivero Guzmán, Arnulfo Reyes, Taty García, Romeo Llinás, Leonardo Mercedes, Nemen Nader Nasser, Blanco Fernández, Tácito Perdomo Rosario, Mario Emilio Pérez, Nobel Alfonso, Eulalio Almonte Rubiera, Tommy Peña. Los hermanos Antonio (Sombe), Guillermo y Magda Florencio, José Manuel Ovalles, Juan Bolívar Díaz, Bienvenido Brito, Guarionex Rosa, Luciano Martínez Persia, María Elena Muñoz, a los Hermanos Silié Gatón. Los hermanos Díaz Vázquez, Manolo Mora Serrano, Abigail Cruz Infante, Siquió NG. Los hermanos Serulle, Machacho González, Capul, Manolo Polanco.
También pasan por mi mente Osiris Taveras, compañero de trabajo en el CEA y en lucha Patria; Julio César Defilló, Ramón Colombo, Elias Kuret, Jesús de la Rosa, Amaury Justo Duarte, Alvarito Arvelo, Alfredo Freites, Pachón Peña, Marinita Orcini, los hermanos Comme Debroth, Sonia Besonias, Leda y Raquel Cuello, los Cáffaro. Los hermanos Valdez Mena. Nelson González Mirabal. Ignacio Miranda, Guillermo y Magaly Caram. Niño Álvarez y Dulce Tejada. Leopoldo Cross, Ezequiel García.
Esa juventud, junto a otros que por las limitaciones de espacio o que vendrán asomando a mi memoria, que como expresé anteriormente, gracias a Dios nos acompañan, fue si se quiere pionera de gran parte de la conciencia democrática que vive el país. Son ellos parte de la historia dominicana. Forjadores de ideales y esperanzas de libertad. Con tintes diferentes, pero todos coincidiendo con el ideal de que el país sea mejor. Con respeto, justicia y en libertad.
Tras el tiranicidio surgen los grupos universitarios y secundarios…
La gente expresaba sus ilusiones en la UASD, en los liceos, en El Conde…
Esa juventud fue pionera de parte de la conciencia democrática de RD