Hoy 
No pasa un solo día sin que aparezcan nuevos datos que reconfirmen la profundización de la crisis económica catastrófica de Europa y el estancamiento económico de los Estados Unidos. Dentro de la lógica de los dueños del mundo esto significa más austeridad, desempleo, recortes de los servicios sociales, sumisión de los países a los dictados del capital financiero internacional, privatizaciones del capital social y un inusual incremento en su lucha por dominar los recursos minerales de la tierra. Desde el lado de los pueblos y las naciones, como ya se está viendo, ello significa más penurias pero más lucha y resistencia.
Esta ecuación es mucho más compleja y ominosa. Para los Estados Unidos y sus cómplices militaristas (concentrados en la OTAN e Israel) ello lleva aparejado, como objetivo número uno, la contención militar de China y Rusia, la sumisión o destrucción de naciones como Siria, Irán, e incluso Pakistán, y un despliegue militar, cuyo último precedente lo vivió la humanidad entre el 1935 y 1939, con la ofensiva militar de los nazis en Europa.
Habiendo adquirido la capacidad de sostener tres guerras regionales simultáneas, los halcones del mundo, que dominan y marcan el paso, ahora ven sus fuerzas incrementadas con la sumisión total de la OTAN. Siria, Irán y Pakistán son sus próximos pasos, pero esta marcha triunfal, después del crimen contra Libia, ha empezado a complicarse y a generar justas reacciones, que ensombrecen el panorama: En efecto, Rusia envía a Siria sus mortales misiles S-300, acompañados de una escuadra de buques de guerra, cargada de pertrechos militares estratégicos y multitud de técnicos. Asimismo, pone en servicio radares de alerta temprana y modernos misiles tácticos Islander en Kaliningrado, a las puertas de Europa, incrementa sus contactos con Irán, mientras, junto a China, vetan, el pasado 4 de octubre, en el Consejo de Seguridad de la ONU, una resolución de los Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania contra Siria.
Al mismo tiempo, China advierte a los Estados Unidos que dejen de inmiscuirse en los asuntos del Mar Meridional de China, irrumpen en el pacífico con una fuerte flota naval, realizan ejercicios militares conjuntos con Pakistán y dan fuertes señales de que, como estrategia, empiezan a salir de su fase defensiva, en materia militar.
Algunas señales. Hay una infinidad de datos adicionales que confirman esta tendencia. La humanidad vive hoy una complicación sin precedentes de los distintos escenarios, agresiones contra pueblos y naciones y creciente resistencia. Quien quiera seguir con la cabeza dentro de la arena está en su derecho, pero quienes nos sentimos ciudadanos del mundo, con sueños y compromisos, debemos aguzar los sentidos y prepararnos para grandes jornadas.
