Tanda nocturna atiende deficiencias del sistema

Tanda nocturna atiende deficiencias del sistema

El origen de la educación nocturna se remonta a finales de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, cuando el índice de analfabetismo en el país alcanzaba al 90% de  adultos, y se crearon seis escuelas especiales.

Sin embargo, con el pasar del tiempo y debido al rápido crecimiento de la matrícula, la tanda nocturna acogió además a estudiantes de  básica y media que no encuentran cupo en los otros turnos,  o que  se convirtieron en   “adultos sociales” del sistema educativo.

La denominación, contemplada en el currículo vigente, se refiere a los menores de 14 años que contraen responsabilidades de adultos por tener hijos, trabajar, etc., quienes  ocupan gran parte de los asientos en los centros nocturnos.

Cifras.  En este año escolar, la tanda nocturna tiene 221,269 estudiantes inscritos del nivel básico, medio y adultos, en más de dos mil centros educativos públicos (cerca de 45% del total).

De estos, 6,844 estudian en básica; 91,092 en media y 144,945 de adultos. El sector privado también tiene tandas nocturnas, con 163  matriculados en básica; 642 en media y 6,141 de adultos.

Los pro y los contra.  Aunque los centros nocturnos surgieron como una salida al subfinanciamiento del sistema y la falta de infraestructura,  se constituye en una opción para los adultos que tuvieron que interrumpir sus estudios,  los jóvenes que se ven obligados a trabajar, y las niñas que tienen que  cuidar de  sus hijos y otros compromisos.

Pero asimismo, la tanda nocturna, que funciona en  horario  de  6:00 P.M. a 10:00 P.M,  presenta problemas serios para el sistema, ya que sobrecarga las edificaciones y a los docentes, que llegan a los centros luego de agotar otros turnos, y que tienen el reto de cumplir  con el  calendario escolar.

Así queda consignado en el informe que elaboró la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) sobre el sistema educativo, y que fue presentado en el  año 2008.

Buscan soluciones.  Sobre el tema, Miriam Camilo Recio, directora  de Educación de Adultos (que maneja la tanda nocturna), indicó que desde el Ministerio de Educación se desarrollan varias iniciativas para combatir las situaciones de riesgo, como son acuerdos con empresas privadas para donación de plantas de emergencia e inversores, y  dotar  los  centros  de energía alternativa.

Las claves

1.  Problemas externos

 Las horas de clase nocturna son afectadas por situaciones externas como son: la falta de energía eléctrica, el ruido de los negocios aledaños, la delincuencia y otras.

2. Los  pro y los contra

 Aunque funciona en medio de precariedades, la tanda nocturna es una respuesta para las personas que trabajan y tienen hijos.

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