Mandatos de ley 01-12 darían gran impulso
a la institucionalización del país.
Observamos amplia voluntad de concertación en nuestras instancias sociales y en el presidente Abinader que se están desaprovechando para concretar pactos para superar nuestros males de antes agravados por urgencias de ahora, derivadas del C-19 y su errático manejo, en el marco institucional de la ley 1-12.
Desde antes, y después de tomar posesión, el presidente Abinader, ha venido propugnando, y lo ha testimoniado, gobernar poniendo oídos en el corazón del pueblo.
Visitó líderes del estamento político y almorzó con el Foro de Partidos. El rumor público atribuye la nueva JCE a un acuerdo Abinader-Leonel. Se ha reunido con sectores sociales muy disimiles, desde representativos de la farándula hasta la jerarquía católica, pasando por los cañeros.
De parte de las fuerzas activas de la sociedad, se observan iniciativas igualmente aprovechables.Cada día el mandatario da un primer picazo o asiste a actos relacionados con iniciativas empresariales. Entidades claman por participar en el diseño de políticas públicas decisiones: La Confederación Patronal acaba de proponer pactar por empleo y productividad a través de mecanismos de “concertación y gobernanza”. Instancias laborales luchan por preservar conquistas alcanzadas en base a reformas pactadas durante los 90, amenazadas por la pandemia e imprudencias vandalizadas.
Cabe, pues, preguntarse ¿Qué está faltando para abordar un esfuerzo sistemático y organizado para concertar los pactos fundamentales que necesita la nación?
Incluso, el presidente Abinader, al anunciar el retiro de impuestos que acompañaron el proyecto de presupuestos 2021 sometido al Congreso, reiteró su propósito, expresado al visitar líderes políticos, de continuar conversaciones a través del CES para abordar el pacto eléctrico y fiscal a partir del pasado 25 de octubre.
Para sorpresa de muchos, este organismo se reunió para anunciar la firma del eléctrico sin mencionar el más urgente, por exigencia presupuestaria, el fiscal.
A la fecha, ni el eléctrico se ha suscrito y del fiscal ni se habla.
Estando las condiciones dadas para pasar de los tanteos concertadores a pactos políticos,no acabamos de entender qué está faltando para ello.
Sobre todo por las urgencias e inminencias. Del Pacto Fiscal para equilibrar finanzas públicas sin provocar reacciones sociales adversas.Del Eléctrico para solucionar los parches y frustraciones heredadas. Del Educativo, desafiado por la virtualidad.
Y para abordar las demás reformas ordenadas con plazos que no se han cumplido, consignados en el Cap. IX de la ley 1-12: reorganización del Estado, migración, seguridad social, salud, asistencia social, vigilancia sanitaria, incentivos a producción y empleo, medio ambiente y ordenamiento territorial.
Obedeciendo estos mandatos de esa ley, además de superar crisis y encauzar desarrollo, daría un gran impulso a la institucionalización del país.