Fue firme y resuelto luchador antitrujillista que no se sometió a las patrañas del régimen al que combatió desde el comienzo de Trujillo en el poder, sin temerle a las persecuciones y al maltrato. Por su arrojo y rebeldía estuvo preso en más de una ocasión.
No obstante, logró concluir sus estudios de derecho y se especializó como gran experto en materia civil, comercial, penal, de tierras, aunque su ejercicio se interrumpió cuando puso en libertad a Rafael Lambertus Solano, acusado injustamente de robo por órdenes del dictador, por no haberle entregado a su hija.
Representó un gran desafío, porque ocurrió en San Cristóbal, la tierra amada del tirano, donde nació.
El justo magistrado fue José Tapia Brea, entonces, 1947, Juez Presidente del Tribunal de Primera Instancia de San Cristóbal.
Había tenido que aceptar cargos públicos para proteger a su familia. En 1945 se desempeñó como Procurador Fiscal de la Provincia Duarte.
En el complot contra Trujillo. José Francisco Tapia Brea, quien ostenta el reconocimiento de una calle de la capital con su nombre, tuvo una valiente participación en la trama para eliminar a Trujillo. Integraba el grupo “Mr. X”, de quien Bernardo Vega reveló que era Juan Bautista (Gianni) Vicini Cabral, y en el que estaban, además, su hermano Manuel Tapia Brea, Ángel Severo Cabral, Eduardo A. García Vásquez y Luis Manuel Baquero, según relación de Emelda Ramos en su Historia y literatura de Salcedo 1865-1965.
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A Tapia Brea se le encomendó la redacción del manifiesto al pueblo y al mundo para ser leído cuando el dictador fuera ajusticiado. Se exhortaba a proclamar la libertad, testimonio ofrecido a la escritora por Sonia Tapia, hija del jurista, escritor, poeta, diplomático, maestro, historiador.
La proclama, agrega Ramos, fue dada a revisar a su hermano, el periodista Manuel Tapia Brea y entregada personalmente a Juan Tomás Díaz, quien se la devolvió con la consigna de su divulgación, en voz de Tapia, a través de La Voz del Trópico, añade.
José Tapia Brea unificó a otros grupos del interior que conspiraban con el mismo objetivo, entre ellos el de la ciudad de Santiago, que encabezaba Federico Carlos Álvarez, consigna.
Tapia había estado luchando desde 1932. Participó en una manifestación que fue disuelta por la caballería del régimen y él, golpeado, fue atrapado y encarcelado en la Torre del Homenaje donde junto a otros desafectos aprovechó para formar una de las primeras células contra la incipiente dictadura.
Estuvo preso, otra vez, un día después del tiranicidio cuando esbirros lo sorprendieron en su casa de San Francisco de Macorís y lo llevaron a la fortaleza militar hasta que se hizo público el ajusticiamiento.
Cuando Tapia Brea declaró a Lambertus inocente, presentó su renuncia como juez de San Cristóbal y se trasladó con su familia a esa localidad. Envió una carta laudatoria a Trujillo para librar a los suyos de persecución.
Muerto el déspota, fue uno de los fundadores de la Unión Cívica Nacional desde la que luchó para sacar del país a los demás Trujillo.
El escritor y su familia. José Francisco nació el cinco de abril de 1908 en la Villa de Los Almendros, Salcedo, hijo de José Francisco Tapia Calderón y Manuela Brea Pichardo. Se graduó de abogado en la Universidad de Santo Domingo en 1934. Allí “vislumbró el peligro de la dictadura que se cernía sobre el país”, consigna Emelda Ramos.
Al graduarse estableció su bufete en San Francisco de Macorís donde casó con Pura Luz Simó Sagredo, madre de sus hijos Sonia, Alma María, Luz Vanessa. La pareja adoptó a Cristian de Jesús.
Tapia Brea, que compartió la investigación histórica y la escritura literaria con sus luchas política, publicó: Apuntes históricos sobre la común de Salcedo, Vida del general Olegario Tenares, 1822-1907, Mi cofre lírico, El prócer de las dos guerras de Independencia, Síntesis biográfica sobre Juan Pablo Duarte.
De gran arraigo en la sociedad de San Francisco de Macorís, cuyas instituciones sociales, culturales y educativas le rindieron homenajes, se desempeñó como Cónsul Honorario de El Salvador y Embajador Plenipotenciario de la República Dominicana en Brasil.
Murió en Santo Domingo, víctima de un accidente automovilístico, el 19 de junio de 1984.