Tapones iatrogénicos

Tapones iatrogénicos

Eusebio Rivera Almodóvar

Quiero referirme a dos tapones, a sus orígenes y falta de previsión de los culpables. Primero, los asfixiantes entaponamientos del tránsito en la ciudad de Santo Domingo, cuyos orígenes se remontan: 1.-Al afán de las autoridades, con apoyo entusiasta de la ciudadanía, de eliminar los numerosos autos chatarras, peligros públicos circulantes, 2.- A las bochornosas “facilidades” a oportunistas sindicatos choferiles y 3.- A las reducciones de impuestos de importación para automóviles de uso privado, convirtiendo en inservibles los túneles, elevados, autobuses públicos y metros, con cientos de analistas del problema y cero solución.
El otro tapón, tal vez más peligroso, es el del escandaloso número de médicos generales y especialistas desempleados y renuentes a trasladarse a provincias, municipios y comunidades rurales, por los bajos salarios y porque las oportunidades de progreso socioeconómicos son nulas por la saturación de la oferta de servicios que dan la impresión de que somos un país aberrante con más médicos que pacientes, donde médicos generalistas, cardiólogos, cirujanos, pediatras. ginecobstetras y otros especialistas se auscultan y operan unos a los otros.
El caos se ha convertido en un gran negocio para los gobernantes y sus poderosos aliados. Por eso me solidarizo con los analistas y “opinistas” y no sugiero soluciones. Me resisto a ponerme de mojiganga.
Iatrogenia es un término médico que traducido al dominicano sería “cuando el remedio es peor que la enfermedad”. Quitar el tapón a una botella de champán es casi un arte y resulta frustrante, pero divertido, que el corcho se dirija adonde le dé la gana y termine en el ojo de un invitado. Si los tapones representan el progreso, pronto todos andaremos con los ojos abollados.

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