Nuestra baja competitividad como país exportador salta a la vista con mucha frecuencia y por medios diversos. El informe InnovaLatino: Impulsando la innovación en América Latina, elaborado por Fundación Telefónica y presentado el miércoles en Madrid, consigna que la República Dominicana está rezagada en materia de exportación de productos de alta tecnología, en comparación con el resto de América Latina, región que, a su vez, está también rezagada en esta materia.
En otras palabras, en el inventario de exportaciones dominicanas hay un déficit considerable del factor I+D, es decir, investigación y desarrollo, que es lo que permite clasificar el grado tecnológico de los bienes y servicios exportables.
Lo que dice el informe es que hay un déficit de innovación en nuestras exportaciones por baja inversión en investigación y desarrollo. Para mejorar la competitividad, la República Dominicana y los demás países latinoamericanos rezagados en este campo tendrán que invertir más en investigación y explotación de sus recursos naturales.
El informe InnovaLatino calcula que, a pesar de la bonanza económica de que disfrutan, los países latinoamericanos, entre los cuales estamos en desventaja, solo destinan a investigación y desarrollo un promedio del 0,3% del PIB. Innovación y más valor agregado es la clave para ser competitivos.
Flexibilidad para un pacto salarial
Empleadores y representantes de los trabajadores están empantanados en la discusión de un acuerdo salarial. Mientras tanto, el porcentaje de inflación anda rondando la proporción del alza al salario mínimo que han propuesto los empleadores.
El sector patronal se resiste a un alza de los salarios por encima del mínimo, mientras que los sindicalistas insisten en la necesidad de incremento general.
El Ministro de Trabajo, Max Puig, ha llamado a las partes a flexibilizar sus posiciones y lo ha hecho con un argumento muy contundente: la tardanza en lograr un acuerdo se traduce en pérdida para los trabajadores, pues el promedio de inflación va aumentando cada vez.
Es tiempo ya de llegar a un punto de avenencia. La rigidez de posiciones no beneficia a ninguna de las partes, y mucho menos a los trabajadores.