VICTOR GULIAS
El tráfico y consumo de drogas ha ido penetrando, progresivamente, en las diferentes capas de la sociedad dominicana, a pesar de la tremenda labor que desempeña, en su combate y prevención, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), la cual, en apenas cinco meses de la presente gestión del Vicealmirante Peña Castillo, ha quintuplicado los decomisos y propinado los más rudos golpes a tan letal negocio.

Pero frente a una actividad delictiva tan poderosa y violenta, hace falta el concurso, valiente y decidido, de la nación en su conjunto, para frenar al menos el progresivo uso y venta de los narcóticos, un mal que afecta a prácticamente la humanidad en su totalidad, pues las drogas crean adicción y ésta, al forjar dependencia, resulta un mal difícil de erradicar.

Hay que dar un voto de reconocimiento al presente equipo que conduce la guerra al narcotráfico, con el general Peña Castillo a la cabeza y un grupo de hombres y mujeres valientes que exponen, día y noche, sus vidas para librar a nuestra sociedad de tan pernicioso vicio en tanto vemos en los medios, casi a diario, los contundentes golpes que se le vienen propinando a los narcos. La tarea, es, no obstante, un compromiso de todos: autoridades civiles y militares, padres de familia, vecinos, profesores y empleadores, miembros de la DNCD, integrantes de clubes deportivos y culturales, propietarios de negocios, discotecas y centros de diversión, Iglesia, colegios y escuelas, organizaciones no gubernamentales y sociedad civil, Poder Judicial en todas sus categorías y pueblo en general.

Sabemos que el narcotráfico es un negocio poderosísimo, porque mueve miles de millones al año a nivel mundial y se presume que cientos de millones, o también miles, a nivel nacional ya que los consumidores de drogas son un mercado cautivo debido a la triste adicción y dependencia que esa mercancía maldita crea en el cerebro humano, causando estragos en la salud del usuario y en el cuerpo social que tiene en su seno a los adictos.

De forma que combatir las drogas no es, ni puede ser, ni debe ser tarea exclusiva de las autoridades de la DNCD, a pesar de que la ley pone en los hombros de dicha institución el combate a las mismas. Se requiere, reiteramos, el decidido apoyo y la colaboración de todos, de los medios de comunicación, de cada uno de nosotros, porque si no, es difícil ganar esa guerra tan tremenda.

Alienta, eso sí, la seriedad y verticalidad, la honradez y reciedumbre del hombre encargado de presidir el combate al narco en el país: El Vicealmirante Peña Castillo, un académico joven, comprometido con la lucha y derrota de las drogas en la República Dominicana y su eficiente equipo, el cual integra a profesionales de la talla del relacionista, locutor Buenaventura Bueno Torres, una muralla de capacidad y decencia, y cientos de oficiales y alistados que lo están dando todo por la patria.

Los grandes golpes que se vienen propinando al narcotráfico deben servir de alicientes a toda la sociedad, para que nos integremos a la lucha contra las drogas y poder librar las calles y los hogares del peligro que representa el tráfico y consumo de narcótico. Felicitemos al Presidente Fernández por el equipo puesto al frente de la DNCD y alentemos a la sociedad toda a cerrar filas para derrotar el mal del siglo.