POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- La Asociación de Industriales de la Región Norte (AIREN) consideró ayer el aumento en la facturación de la electricidad como un impuesto que eleva más de 33% sus costos, lo que se aplica al precio de los artículos que elaboran. Indicó que esto  impide al sector productor reducir los precios en proporción a la reducción que ha tenido la tasa de cambio del dólar.

Mauricio Haché, presidente de AIREN, dijo que el gobierno debe concentrar esfuerzos en la reactivación de la economía dinamizando la industria de la construcción,  preparando las bases para incrementar los niveles de empleo y eliminando el impuesto encubierto que el precio de la electricidad, el que consideró no se justifica.

“Se pudieran rebajar los precios en alrededor de 10% si el costo de energía eléctrica refleja el costo real de la tasa del dólar. A esos costos es imposible que la República Dominicana siga compitiendo o pueda competir en los mercados internacionales contra nuestros competidores regionales como es Centroamérica”, dijo Haché.

El empresario se refirió a los reclamos de sectores comunitarios, políticos y profesionales que se quejan de que la baja en la tasa de cambio del dólar no se ha reflejado en los precios de las mercancías.

Indicó que el kilovatio de energía cuesta 21 centavos de dólar, pero que tomando en cuenta la tasa de cambio el precio debería de estar alrededor de 15 centavos de dólar, aun cuando todavía sería extremadamente alto con respecto a los países de la región donde cuesta entre ocho y nueve centavos de dólar.

Indicó que el costo de la energía varía de acuerdo a los sectores, pero alega que, un estudio de la AIREN, indicó que los costos son entre 20% ó 25% por encima de lo que deberían ser de aplicarse la tasa del dólar a la electricidad lo que afecta producción de las industrias nativas.

Haché dijo que es injustificable la tasa del dólar que se aplica para calcular el precio de la energía eléctrica, de RD$40 por dólar, además de la precariedad del servicio eléctrico, lo que consideró es un costo excesivo, “el más alto de toda Latinoamérica”.

“A nuestro entender las autoridades deben reactivar distintos sectores de la economía que puedan poner en movimiento la actividad económica, cualificar la política monetaria y creo que debe comenzarse por la dinamización de la industria de la construcción privada, uno de los sectores más dinámicos y que en este momento se encuentra sumido en una gran recesión de más de 40%”, dijo.

“Este sector emplea a los chiriperos, albañiles, las empresas que suplen materiales, carpinteros, pintores, soldadores y otras manos de obra”, dijo el presidente de la AIREN.

Haché dijo que el país y el pueblo están envueltos en un programa de austeridad, pero que las autoridades y el gobierno no parecen encontrarse en la misma situación, si se toma en cuenta el gasto y los muchos de los anuncios de la función pública y la compra de edificios y proyectos que pudieran realizarse con una menor inversión.