La llegada del primer hijo es una ocasión digna de celebrar y que ha dado origen a los denominados “baby shower”. A pesar de no ser una fiesta propia de nuestra cultura se ha asentado bastante, por lo que temprano las futuras madres comienzan a idear cómo organizarán la primera fiesta en honor a su bebé.

Cada detalle es importante, por lo que cosas aparentemente tan sencillas como las invitaciones pueden tomar mucho tiempo hasta que se encuentre la adecuada, acorde con el gusto de la madre.

Y como cada una tiene preferencias muy particulares, la mejor opción siempre será poder diseñar tarjetas personalizadas. Si ya comenzó a pensar en gastos excesivos relájese: con sus propias manos puede diseñar hermosas tarjetas y con bajo presupuesto.

Después de todo, derrochar dinero en tarjetas de invitación no es de muy sabios, pues por más hermosa que sean más temprano que tarde terminarán en el zafacón. Pero mientras se vive el momento, lo lógico es que quiera dar la mejor impresión a sus invitados.

Lo que primero necesitará serán papeles, tijeras y  adhesivo, a lo que añadirá lápices si la invitación será manuscrita y detalles que puede encontrar en tiendas de manualidades o mercerías. Todo vale: botones, cintas, cuentecitas, figuras pequeñas, escarcha… pero también originales objetos como botes de compota o biberones, dentro de los cuales se puede colocar el papel con los datos de la invitación.

Diríjase por las imágenes para copiar algunos de estos modelos.