Las tasas de mortalidad materna e infantil siguen siendo altas porque persiste el problema de la deficiencia en la calidad de los servicios que reciben las parturientas. Muchas sufren  hipertensión o  infecciones.

La República Dominicana no ha logrado bajar  las tasas de mortalidad materna e infantil, a pesar de que el 98% de los partos ocurren en clínicas y hospitales, de acuerdo con el informe del Estado de la Población Mundial de Población de este año 2011.

Sin embargo, a partir de que ya no habrá nueva Encuesta Demográfica de Salud (Endesa), el país maneja la tasa de 100 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.

Para el año pasado el país registró 225 mil nacimientos y 205 muertes maternas. Las autoridades aseguran que hubo una reducción en la mortalidad materna de un 55%.

Para los expertos nacionales en temas de morbi-mortalidad, las estadísticas siguen altas por deficiencias en la calidad de la atención, pues las defunciones maternas se deben generalmente a hipertensión arterial, hemorragia e infecciones.

“El problema sigue siendo la deficiencia en la calidad  de los servicios que reciben las parturientas”, admite el doctor José Deláncer, director del Programa Materno Infantil de Salud Pública.

Objetivos del Milenio.  Por esta razón el país no podrá cumplir con los Objetivos del Milenio, cuya meta  es reducir la mortalidad por lo menos a 40 por 100 mil nacidos.

A pesar de que en las maternidades del país existen residencias para formar especialistas, no siempre se aplica el partograma y los protocolos para saber que todo el seguimiento al parto se lleva a cabo tal como está establecido.

En centros estatales  se siguen haciendo procedimientos como la episiotomía, una cirugía en la vagina que la hacen médicos con poca preparación y hasta enfermeras, aún cuando es una cirugía.

Otros factores. La pobreza, la falta de equipos en hospitales y la deficiencia en el trato son algunas de los agravantes para que se mantengan altas las tasas de mortalidad.

Mortalidad infantil.  El país tampoco podrá cumplir con el Objetivo del Milenio que ordena reducir en una tercera parte las defunciones.

La tasa de mortalidad infantil se mantiene alta, con un 31.9 por cada 1000 nacidos vivos, pero estas defunciones no bajan dada la gran cantidad de muertes que se registran en la población neonatal, o sea las crías   de cero a 28 días.

Para Deláncer la mortalidad neonatal es casi siempre una consecuencia de la deficiencia en la atención a la madre durante  el embarazo.

 Las autoridades aseguran que esa mortalidad ha disminuido en un 25%. Se espera que sea nula.