WASHINGTON. AFP.  La Reserva Federal estadounidense (Fed) debería mantener en 2,0% su tasa directriz cuando el martes revise sus políticas, ante un incierto panorama de los mercados y la economía que aún no muestran suficientes señales como para disipar los temores de los analistas.

Una mayoría de expertos parece juzgar que el Comité de política monetaria (FOMC) del banco central no tocará su tasa principal fijada en 2,0% desde el mes de abril, su nivel más bajo desde noviembre de 2004.

Hasta hace poco, la dificultad consistía en reconciliar las posiciones entre partidarios del crecimiento y los de la inflación, siendo la misión de la Fed promover el empleo y a la vez velar por la estabilidad de los precios.

Pero ayer, «la Fed no puede permitirse claramente aumentar las tasas. Esto haría caer en picado la economía y los mercados financieros», estima Sal Guatieri, economista de BMO Capital Markets.

El último Libro Beige (reporte de la Fed sobre las perspectivas de la economía estadounidense) publicado a principios de septiembre revela que la actividad se mantuvo «débil» en el país desde fines de julio, así como el consumo, que representa cerca del 70% del PIB estadounidense.

El informe indicó  la debilidad del mercado de vivienda, en decadencia desde principios de la crisis de los préstamos inmobiliarios de riesgo hace un año.

Desempleo en 6%

Los indicadores publicados en los últimos días describen asimismo una situación más bien sombría de la economía estadounidense, con un desempleo de 6,1% en agosto, decenas de miles de empleos perdidos cada mes desde principio de año, y un estancamiento del consumo.  Algo no muy consolador es que  el índice de precios a la producción y de precios a la importación,  marcaron en agosto su primera baja desde principios de año.