Tasas que restan competitividad

Tasas que restan competitividad

El país necesita generar más empleos y mejorar los salarios sobre la base de impulsar la competitividad de los medios productivos, pero no lo logra a pesar del crecimiento sostenido de la economía. Esto ha sido una constante en la prolongada racha de crecimiento económico con baja inflación. El economista José Luis De Ramón, en un análisis de la situación, detecta que el factor de retranca de la competitividad es el alto costo del dinero y la forma en que las tasas bancarias penalizan a las empresas y personas que tienen préstamos.
Al margen de las consideraciones de este economista, está el hecho de que la mayoría de los profesionales en la franja de clase media no tienen capacidad de compra para adquirir una vivienda de bajo costo. Este dato lo revela la cooperativa del CODIA, que enfoca los bajos salarios y el costo del dinero como factores limitantes de esa capacidad de compra. Y esto ocurre precisamente en una economía que crece por encima de su potencialidad y con baja inflación.
De Ramón propone que a la hora de trazar la política monetaria, el Banco Central tenga en cuenta el efecto perjudicial para la competitividad y la generación de empleos que provocan las altas tasas de interés de los bancos. Poco a poco van saliendo a la luz los factores que determinan que el vigoroso crecimiento de la economía tiene elementos contraproducentes.

Leche a granel y falta de autoridad

La leche en polvo importada a granel y que fue descalificada y prohibida por las autoridades, está de nuevo en nuestro mercado, al alcance de los consumidores. Los productores de lácteos y dirigentes comerciales han dado nuevamente la voz de alarma. Lo evidente es que entre la falta de autoridad y el poder de quienes importan este producto se echan este país en el bolsillo, sin importar la salud de los consumidores.
La autoridad tiene que darse a respetar con la ley en la mano. Si hace unos meses se ordenó retirar el producto del mercado y se prohibió su ingreso al país, cómo es posible que esa leche que no es tal esté de vuelta en el comercio. Se supone que, a menos que llegue de contrabando, ese producto no debería pasar de las aduanas. Estamos hablando del riesgo que representa esta mercancía para la salud de los consumidores.

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