El lanzador criollo Julián Tavárez vivió años de gloria en las Grandes Ligas, donde jugó con varios equipos paseando su calidad desde el montículo. En otoño-invierno, en las postemporadas Tavárez se destacó como uno de los mejores de la historia, ganando 15 y 3.11 de efectividad.
LA CIFRA
6-2
TAVÁREZ ERA DURO
En series finales fue un monstruo, compilando foja de 6-2 en las 11 finales en que lanzó en estas instancias, con un encomiable 2.41 de carreras limpias permitidas por cada nueve episodios
Agradece a Dios.
Julian Tavares afirma siempre jugó con el corazón en cada partido que accionó; le gustó siempre jugar con las Aguilas en invierno
Accionó en 77 juegos, 49 de abridor y trabajó en 263 episodios. Los 248 hits permitidos lo convirtieron en uno de los pocos que toleró menos imparables que las entradas lanzadas
Como una bendición de Dios calificó ayer exlanzador dominicano Julián Tavárez su llegada al Pabellón de la Fama del Deporte de la República Dominicana, que se concretará el próximo domingo. Al conversar con redactores de HOY, Tavárez afirmó que cuando le dieron la noticia no quiso creerlo y pensó que era una broma que le jugaban desde Santo Domingo.
El exlanzador de las Aguilas Cibaeñas tiene varias décadas residiendo en la ciudad de Cleveland, Ohio, desde cuando lanzaba con los Indios en las Grandes Ligas. «Aquí estoy con mis siete hijos, estamos felices», dijo Tavárez.
Informó que estará llegando esta semana a la República Dominicana para estar presente en la actividad del domingo.
Su trayectoria.
El nativo de Santiago lanzó en otoño-invierno 2011-12 por última vez en la liga, tras una brillante y dominante carrera que inició en la campaña 92-93. Como abridor en serie regular ganó 15 partidos con 14 victorias y terminó con un 3.62 de porcentaje de carreras limpias permitidas por cada nueve entradas de labor.
Un guerrero
Julián Tavárez no se intimidaba
Lanzador muy duro
Le anotaron 135 carreras, pero solo 106 fueron limpias, transfirió a 90 bateadores y pasó a 174 por la vía del tercer strike. Enfrentó 1,133 bateadores, le conectaron 21 jonrones y finalizó con un WHIP de 1.28. Además, era un lanzador guapo desde el montículo, ya que nunca se dejó intimidar de los bateadores contrarios.