Taylor Swift decidió reducir las restricciones para los fotógrafos después de llegar a un acuerdo con los representantes de los fotógrafos en Estados Unidos.
La cantante estadounidense había sido acusada de hipócrita en mayo cuando criticó a Apple por su decisión de no pagarles a los artistas durante los tres meses de prueba en los que su música se encontraba publicada en su plataforma.
Su crítica al gigante de tecnología tuvo una reacción inmediata en Apple que terminó accediendo a pagarles a los artistas en el periodo de prueba.
Pero los fotógrafos criticaron a Swift por lo que consideraban un doble rasero, al aplicar estrictas restricciones sobre los fotógrafos durante sus conciertos, que incluso le permitía a la gente de seguridad incautar las cámaras y hacerlos borrar las imágenes.
Algunos medios incluso se habían negado a cubrir la gira de la cantante «1989 World Tour».