¿Te casas?

¿Te casas?

Se dice que en la sencillez está el gusto, y más cuando se trata de un vestido de novia, pero esta temporada se llevan con bordados y tules transparentes.
Por fin ha llegado el momento del “sí quiero”, pero antes son muchas las decisiones que se tienen que tomar y los detalles de los que estar pendientes.
Dejando a un lado el amor que siente por su pareja, para una mujer lo más importante es su vestido de novia, un modelo especial que, probablemente, nunca más volverá a lucir.
Si en temporadas anteriores se imponían los brocados, la seda y el blanco roto, ahora es el turno del tul y del tono rosa empolvado, el nuevo blanco que adquiriere mayor protagonismo. Entre las tendencias que se han visto en la tercera edición de Atelier Couture, una plataforma en la que exclusivamente se muestran vestidos con sello español y confeccionados a mano, sobresalen los patrones lánguidos, con movimiento y cuajados de detalles artesanales.
El rosa empolvado, un tono que se impone. El rosa estuvo presente en la colección de Paula del Vas, quien subió a la pasarela delicados vestidos de tul en todas sus versiones: tul de seda, tul ilusión, tul de armar, “plumeti” o blonda.
“El tul es ilusión, es el tejido nupcial por excelencia”, asegura esta creadora, quien trabaja el tul con varias técnicas hasta conseguir un sutil fruncido.
La sencillez y la elegancia están presentes en los diseños de Paula del Vas, quien se ha esmerado en realizar bordados de calidad, únicos, algunos con combinando encajes antiguos. La costura mimada y puntillosa es el eje central del trabajo de esta diseñadora que siempre innova y sorprende con sus diseños.
La chaqueta y el abrigo, nuevas prendas nupciales. El abrigo y la chaqueta se convierten en accesorios imprescindibles para una novia que decide casarse en estaciones y escenarios fresquitos. Raquel Ferreiro propone contraer matrimonio con un sofisticado “blazer” blanco ribeteada en raso y una elegante hilera de botones forrados.

Y además, artesanía. La artesanía cada día es más valorada, se cotiza, es un plus en el vestido nupcial, “un sello personal que marca la diferencia”, asegura María Verde, diseñadora de la firma Juana Rique, quien apuesta por una colección de novia inspirada en el vestido tradicional de Galicia del siglo XIX.
“Son piezas delicadas, cuajadas de detalles”, explica la diseñadora. La artesanía también ocupa el corazón de las propuestas de Franco Quintans.

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