¿Ha llegado el fin de la guerra de los dispositivos inteligentes para el hogar?
Tal vez no, pero al menos se dio un primer paso entre las compañías predominantes de este rubro: Amazon, Apple y Google.
Las gigantes tecnológicas que llevan años compitiendo entre sí anunciaron una inesperada alianza para hacer que la tecnología doméstica inteligente sea, cuando menos, más fácil de usar y más universal.
El acuerdo entre las empresas, junto a otras desarrolladores de dispositivos para el hogar, es que los diferentes productos que lanzan al mercado sean compatibles cada vez con más teléfonos inteligentes y asistentes de voz de diferentes marcas.
Ikea, Samsung y Philips son otras de las corporaciones involucradas en la alianza.
«Jugar limpio»
Analistas del rubro consideraron que la medida recién anunciada fue una «sorpresa» y una señal de que las compañías están dispuestas a «jugar limpio».
En los últimos años, los gigantes de la tecnología han estado compitiendo ferozmente por el dominio sobre la tecnología doméstica inteligente.
Los dispositivos de Amazon compatibles con Alexa y los de la línea Google Home predominaron el mercado junto a los accesorios de la marca Apple que se controlan a través de Siri.
Esta guerra provocó que los fabricantes independientes a menudo se hayan visto obligados a elegir un sistema particular con el que su dispositivo sea compatible. Existen altavoces inteligentes que funcionan con Alexa pero no con Siri, por ejemplo.
Un caso concreto es el de Hive, uno de los mayores proveedores de dispositivos domésticos inteligentes de Reino Unido, que no tiene integración con Apple y por ello su amplia gama de productos no se puede controlar con un iPhone.
Mientras tanto, el sistema Chamberlain MyQ para abridores de puertas de garaje se puede operar a través de la voz con Google Assistant, pero no con Alexa de Amazon.
El proyecto
Tener que obligar a los consumidores y a los fabricantes a elegir un asistente de voz o entorno tecnológico sobre otro podrá ser cosa del pasado si la nueva asociación entre las empresas se concreta.
El proyecto que involucra a las compañías del rubro fue bautizado Connected Home (Hogar conectado, en español) y propone «desarrollar y promover la adopción de un nuevo estándar de conectividad libre de regalías para aumentar la compatibilidad entre los productos para el hogar inteligente, con la seguridad como un principio fundamental del diseño».
«Los clientes pueden estar seguros de que su dispositivo de elección funcionará en su hogar y que podrán configurarlo y controlarlo con su sistema preferido», indica el sitio web de la alianza.
Sin embargo, eso no será inminente: las especificaciones preliminares no se conocerán hasta finales de 2020.
«Si consideramos los tres nombres involucrados (Amazon, Apple y Google), lo último que hacen es jugar limpio juntos», señaló la analista Carolina Milanesi de Creative Strategies.
Sin embargo, la experta añade que esta alianza «Tiene mucho sentido». «Simplemente hará que todo el mercado y las oportunidades sean más grandes para todos».
Pero Milanesi dijo que este acuerdo no significará el final de la competencia entre las empresas.
Productos seguros
Hay que notar que la primera categoría que será sujeta al nuevo estándar serán los productos de seguridad, dice el analista tecnológico Adam Simon, de la firma de investigación de mercado Context.
Indica que los estudios de Context muestran que la razón más importante que los consumidores citan para la compra de productos inteligentes para el hogar es porque «me tranquiliza saber que mi casa está segura».
Dispositivos como cerraduras inteligentes, cámaras de seguridad, alarmas antiincendio conectadas a internet y sensores de detección de intrusos están dentro de esta categoría.
Sin embargo, Simon subraya que las empresas tecnológicas tendrían que asegurarse de que el nuevo estándar, que aumentará la compatibilidad entre los productos, no debe facilitar que los hackers tengan acceso a aparatos conectados a internet en los hogares de la gente.
«En vista de que es fantástico que todos se comuniquen, tu fortaleza se mide con tu eslabón más débil: el producto que no tiene todas las características de seguridad integradas».