Té de jengibre

Té de jengibre

POR LEO BEATO
¿Cuál es el país del mundo donde, según el «Libro de Recordé Guiñes» se sirvió te de jengibre en lugar de champagne francesa durante la toma de posesión del nuevo gobierno? ¿Corea del Sur? ¿Japón? ¿China? ¿Australia? Dominicana! En la toma de posesión del primer gobierno democrático del país después de casi medio siglo, 1963, Juan Bosch, fundador del PRD (Partido Revolucionario Dominicano) y del PLD (Partido de la Liberación Dominicana), decidió brindar te de jengibre en su toma de posesión.

Fue mucho mas económico y significativo de lo que parece a primera vista, pues se convirtió en una especie de presagio, casi en una profecía, ante un mundo en bancarrota en todos los sentidos habidos y por haber.

El jengibre, raíz centenaria que brota del fondo de la tierra, es el símbolo de la longevidad y la expresión autóctona de la idiosincrasia del hombre del campo. Después de todo se trataba del renacer de la democracia y ante la presencia de Lyndon Johnson, a la sazón vicepresidente de los EE.UU. e invitado especial a la ceremonia inaugural. Bosch mismo, nacido en La Vega, la provincia mas representativa del agro dominicano y quizás sin el mismo darse cuenta, extendió una invitación: «Regresemos a nuestras raíces». Lo demás es historia patria.

Ante el derroche sin sentido de las tomas de posesiones presidenciales contemporáneas y aunque algunos se burlaron de ella aquella toma de posesión del 1963 fue, entre otras cosas, una invitación a la realidad y a la cordura. «No tiene sentido en tiempos de guerra», dijo Woodrow Wilson en el discurso inaugural de su presidencia en enero del 1917, «que gastemos dinero en celebraciones superfluas». De hecho, aquella toma de posesión no costo absolutamente nada pues ni siquiera llego a celebrarse. Algo parecido dijo después Franklyn D. Roosevelt en el 1945 durante su ultima toma de posesión cuando le sirvió a los invitados una ensalada de pollo y un bizcocho rancio. Hoy DIA los legisladores que representan al Distrito Federal de Washington, DIC. se han quejado de que los 20 millones de dólares que recibieron para proteger las calles de la ciudad no les alcanza para garantizar la seguridad de los invitados a la ceremonia inaugural. Esto no incluye las múltiples recepciones, los banquetes ni los viáticos de los diplomáticos y de los invitados ni las demás parlafernarias propias de la ocasión.

El gobierno estadounidense ofreció 35 millones de dólares como contribución a la tragedia del tsunami de Sri Lanka, Indonesia y la India. Las celebraciones de la toma de posesión sobrepasara cinco o seis veces esa cantidad que se podría utilizar como pagaré para reducir el presupuesto de US$412,000 millones que tiene el país (mas de $2,500 millones por DIA). También podría utilizarse como deposito para los fondos fiduciarios amenazados de extinción de la seguridad social (Social Security). Además, como nos encontramos en estado de guerra (Irak y el terrorismo) «esa enorme cantidad podríamos utilizarla» de acuerdo con Anthony Weiner, Representante Demócrata, «en 500 nuevos vehículos blindados para las Fuerzas Armadas en Irak». Debido a la arena del desierto y al desangre constante allí si que se necesita un buen te de jengibre para sobrevivir.

Té de jenjibre

POR LEO BEATO

¿Cuál es el país del mundo donde, según el «Libro de Recordé Guiñes» se sirvió te de jengibre en lugar de champagne francesa durante la toma de posesión del nuevo gobierno? ¿Corea del Sur? ¿Japón? ¿China? ¿Australia? Dominicana! En la toma de posesión del primer gobierno democrático del país después de casi medio siglo, 1963, Juan Bosch, fundador del PRD (Partido Revolucionario Dominicano) y del PLD (Partido de la Liberación Dominicana), decidió brindar te de jengibre en su toma de posesión. Fue mucho mas económico y significativo de lo que parece a primera vista, pues se convirtió en una especie de presagio, casi en una profecía, ante un mundo en bancarrota en todos los sentidos habidos y por haber.

El jengibre, raíz centenaria que brota del fondo de la tierra, es el símbolo de la longevidad y la expresión autóctona de la idiosincrasia del hombre del campo. Después de todo se trataba del renacer de la democracia y ante la presencia de Lyndon Johnson, a la sazón vicepresidente de los EE.UU. e invitado especial a la ceremonia inaugural. Bosch mismo, nacido en La Vega, la provincia mas representativa del agro dominicano y quizás sin el mismo darse cuenta, extendió una invitación: «Regresemos a nuestras raíces». Lo demás es historia patria.

Ante el derroche sin sentido de las tomas de posesiones presidenciales contemporáneas y aunque algunos se burlaron de ella aquella toma de posesión del 1963 fue, entre otras cosas, una invitación a la realidad y a la cordura. «No tiene sentido en tiempos de guerra», dijo Woodrow Wilson en el discurso inaugural de su presidencia en enero del 1917, «que gastemos dinero en celebraciones superfluas». De hecho, aquella toma de posesión no costo absolutamente nada pues ni siquiera llego a celebrarse. Algo parecido dijo después Franklyn D. Roosevelt en el 1945 durante su ultima toma de posesión cuando le sirvió a los invitados una ensalada de pollo y un bizcocho rancio. Hoy DIA los legisladores que representan al Distrito Federal de Washington, DIC. se han quejado de que los 20 millones de dólares que recibieron para proteger las calles de la ciudad no les alcanza para garantizar la seguridad de los invitados a la ceremonia inaugural. Esto no incluye las múltiples recepciones, los banquetes ni los viáticos de los diplomáticos y de los invitados ni las demás parlafernarias propias de la ocasión.

El gobierno estadounidense ofreció 35 millones de dólares como contribución a la tragedia del tsunami de Sri Lanka, Indonesia y la India. Las celebraciones de la toma de posesión sobrepasara cinco o seis veces esa cantidad que se podría utilizar como pagaré para reducir el presupuesto de US$412,000 millones que tiene el país (mas de $2,500 millones por DIA). También podría utilizarse como deposito para los fondos fiduciarios amenazados de extinción de la seguridad social (Social Security). Además, como nos encontramos en estado de guerra (Irak y el terrorismo) «esa enorme cantidad podríamos utilizarla» de acuerdo con Anthony Weiner, Representante Demócrata, «en 500 nuevos vehículos blindados para las Fuerzas Armadas en Irak». Debido a la arena del desierto y al desangre constante allí si que se necesita un buen te de jengibre para sobrevivir.

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