Te hice a ti

Te hice a ti

El sacerdote relataba en el sermón, que un señor  buscando orientación para llegar a un sitio, tocó a la puerta de una casa humilde. Cuando le abrieron encontró una familita… desamparada,… bastaron unos pocos minutos para enterarse: niños que habían perdido a sus padres,  sin dinero y con hambre.  Estaban a punto de perder la casa. Aturdido por lo extremadamente angustioso de la situación… sólo atinó a clamar:

Dios mío… ¿cómo es posible que sucedan cosas como ésta…?

¿Qué vas a hacer para aliviar esta situación?

Obtuvo una respuesta contundente:

Te hice a ti.

Al pronunciar esas palabras,… levantando la mano… con el dedo índice señalando a todos los que estábamos  presentes en el templo…  nos abarcó su gesto firme y la mirada serena….

Toda la congregación estaba pendiente de sus palabras que se tornaron persuasivas  y demandantes al mismo tiempo.

 Juan Luis Rodríguez, Carmelita, Párroco de San Judas Tadeo, hizo que esta homilía sencilla se hiciera inolvidable.

No es fácil encontrar una persona que tenga una presencia tan suave y discreta como la de este sacerdote y que al mismo tiempo inspire tanto respeto y admiración.

Estuvo a prueba muchas veces.

Cuando suena un celular en su misa, interrumpe su discurso y eleva su mirada sobre la congregación, haciendo que el descuidado “desee que se lo trague la tierra”, así también cuando exige moderación en las efusividades o “jolgorios” dentro del templo… orientándolos hacia  afuera de la iglesia.

De naturaleza llana, humilde, discreta, atento, encubre un carácter fuerte que inspira gran respeto sin aspavientos.

Los años conociéndolo me hacen pensar que su enorme  fuerza de carácter tiene raíces en que predica con el ejemplo.

Hace su labor sacerdotal actuando en diferentes escenarios.

Desde que llegó al país adquirió consciencia de que Naco era una comunidad excelente y bien estructurada, donde su congregación había creado vínculos sólidos y firmes; pero su espíritu inquieto y su vocación por mirar hacia los más necesitados lo movieron hacia Los Frailes. En la parte Este de Santo Domingo y hacia Guerra, donde ha logrado fortalecer una obra digna de encomio, que lo enaltecen.

Ha motivado colaboradores y patrocinadores que apoyan sus esfuerzos.

Párroco, maestro, promotor social… han sido facetas de una labor que ejerce sin estridencias… pero calando hondo en sus feligreses… esto le ha ganado sólido respeto y admiración de toda una feligresía agradecida.

Se va dentro de pocos días, regresa a España… Y yo le oí decir a uno de sus feligreses: “me alegro por el padre bueno, que regresa a su patria, y merece ese descanso y alegría”… pero yo… tengo el corazón partío!

En las décadas que tiene en el país la congregación de los Carmelitas Descalzos en San Judas Tadeo en Naco, nos han prestigiado excelentes sacerdotes, competentes profesores y personas que se han incorporado a la vida dominicana enriqueciéndola.

Monseñor Amancio Escapa, Eulogio Castaños, Angel Barroso…son hombres ligados a varias generaciones  que nos hemos beneficiado de sus nobles empeños para aportar a la buena enseñanza en nuestro país.

Juan Luis se va… pero su trabajo eficiente y sólido, su buen ejemplo perdurará siempre entre nosotros… Buen viaje… pequeño gran hombre… lo estimamos mucho y lo recordaremos siempre.

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