¿Te mareas si te saltas una comida? Este es el motivo según la ciencia  

¿Te mareas si te saltas una comida? Este es el motivo según la ciencia  

Sentirse mareado tras varias horas sin comer es una experiencia común para muchas personas. Esta sensación puede ser desconcertante y a menudo genera preguntas sobre sus causas subyacentes.

Comprender los mecanismos fisiológicos que provocan el hambre y el mareo es crucial para mantener una salud óptima.

El doctor Sandro Magnanelli, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Roma «La Sapienza», explicó algunas razones detrás de los efectos que puede tener nuestro sistema digestivo por la falta de alimentos y azúcar.

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Fisiología del hambre y el mareo

El cuerpo humano depende de una compleja interacción de hormonas y señales para regular el hambre y los niveles de energía. Cuando no se ingiere durante un período prolongado, el cuerpo comienza a indicar que necesita sustento. Esto está mediado principalmente por hormonas como la grelina, que estimula el apetito, y la leptina, que indica saciedad. Cuando estas señales se interrumpen, puede provocar sensación de mareo.

Además, el ayuno prolongado puede desencadenar la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. Los niveles elevados de cortisol pueden afectar el equilibrio y los niveles de energía del cuerpo, contribuyendo a la sensación de mareo. La respuesta del cuerpo al hambre no es solo física; también involucra vías neurológicas que pueden afectar el estado de ánimo y la función cognitiva, agravando aún más la sensación de mareo.

Además, la sensación de mareo puede estar relacionada con una disminución de los niveles generales de energía. Cuando la ingesta de alimentos es insuficiente, el cuerpo comienza a utilizar la energía almacenada, principalmente el glucógeno del hígado y los músculos. A medida que las reservas de glucógeno se agotan, el cuerpo puede tener dificultades para mantener los niveles de energía, lo que provoca síntomas como mareos, fatiga y debilidad.

Comprender estas respuestas fisiológicas es esencial para reconocer por qué saltarse comidas puede causar malestar. Al ser consciente de cómo reacciona el cuerpo al hambre, se pueden tomar medidas proactivas para gestionar eficazmente los niveles de energía.

El papel de los niveles de azúcar en la sangre

Los niveles de azúcar en sangre desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento de nuestro cuerpo, especialmente en el mantenimiento de la energía y el equilibrio. Al comer, los carbohidratos se descomponen en glucosa, que se utiliza como fuente principal de energía. Si se salta alguna comida o pasa largos periodos sin comer, los niveles de glucosa en sangre pueden descender significativamente, provocando hipoglucemia.

La hipoglucemia se caracteriza por síntomas como mareos, confusión, irritabilidad y debilidad. Cuando los niveles de glucosa bajan, el cuerpo tiene dificultades para proporcionar la energía adecuada al cerebro, que es muy sensible a los cambios en el azúcar en sangre. Esto puede provocar una sensación de aturdimiento o mareo, ya que el cerebro no recibe el combustible que necesita para funcionar de forma óptima.

Además, el cuerpo cuenta con mecanismos para contrarrestar la hipoglucemia, como la liberación de glucagón y epinefrina. Sin embargo, estas respuestas pueden tardar en activarse y, durante este lapso, puede experimentar mareos. Es fundamental reconocer los signos de hipoglucemia y abordarlos de inmediato para prevenir complicaciones posteriores.

Cómo la deficiencia de nutrientes contribuye al mareo

Las deficiencias de nutrientes pueden afectar significativamente la salud y el bienestar general, incluyendo la sensación de mareo. Las vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina B12, el hierro y el magnesio, desempeñan un papel fundamental en la producción de energía y la función neurológica. Una deficiencia de cualquiera de estos nutrientes puede provocar mareos y fatiga.

Por ejemplo, la vitamina B12 es vital para la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso. Una deficiencia puede provocar anemia, lo que reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, lo que provoca mareos y debilidad. De igual manera, la deficiencia de hierro puede provocar anemia, agravando aún más el problema.

El magnesio es otro mineral crucial que favorece la función muscular y la producción de energía. Unos niveles bajos de magnesio pueden provocar calambres musculares, fatiga y mareos. Asegurarse de que su dieta incluya una variedad de alimentos ricos en nutrientes puede ayudar a prevenir estas deficiencias y sus síntomas asociados.

En resumen, una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales es vital para mantener los niveles de energía y prevenir los mareos. Si sospecha que puede tener una deficiencia de nutrientes, consulte con un profesional de la salud para que le oriente sobre ajustes dietéticos o suplementos.

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