La televisión es un elemento central en las salas de estar y en los comedores, pero no en todos los hogares tiene un lugar predominante. Los módulos para la televisión y los armarios en los que se esconde favorecen una dinámica en la que se ve y no se ve.

La gran caja de imágenes y sonido que hace 80 años creó en un laboratorio de Londres el escocés John Logie Baird ha sufrido transformaciones no sólo en su diseño sino también en su vertiente tecnológica.

La televisión se ha convertido en la verdadera globalizadora del mundo. En cuestión de minutos nos conecta con puntos tan dispares como Nueva Orleáns o Katmandú, de ahí que sobre su eje gire, en muchas viviendas, la decoración de los elementos comunes de la casa e incluso del dormitorio.

El mobiliario se ha ido adaptando siempre con la intención de ofrecer el máximo de posibilidades a todos los hogares con el fin de encontrar el lugar y el espacio apropiado a este electrodoméstico.

Las líneas rectas son las que marcan el diseño de las últimas propuestas para módulos de televisión, generalmente integrados en conjuntos de estanterías laterales funcionales que multiplican el espacio de almacenamiento.

Los muebles con ruedas permiten una movilidad muy cómoda en la vivienda, lo que permite disfrutar de una buena película o un programa de televisión en distintas estancias. Si a ello se une que la superficie superior se gira en función del ángulo de visión del espectador, la comodidad es plena.

Estrechos y largos

La pantalla plana ha favorecido que muebles más estrechos y más largos puedan hacerse cargo de su soporte, pues la reducción del ancho y los nuevos avances en imagen han significado un aumento de pulgadas y, por tanto, de pantallas más grandes.

Algunas firmas comerciales ofrece módulos minimalistas para espacios pequeños. A ras de suelo, en cerezo, nogal, roble o color wengé, la variedad es múltiple. Los diseños retro no quedan relegados en su oferta: lacados, en aluminio y cristal negro brillante y con pie, con espacio para DVD y cintas en la parte superior, otorgan un ambiente ligero y desprovisto de importancia, como si se tratara de una estantería más.

La variedad de módulos con cajonera permite en espacios pequeños tener un hueco para otros usos diferentes a los que tengan que ver con la imagen y el sonido, dotando a lugares reducidos de rincones suplementarios. EFE/Reportajes

No se ve

Son muchas las batallas que se libran en el hogar por decidir quién ostenta el dominio del control remoto. La hora de la comida es un tira y hala con los más pequeños con los que no se negocia un momento de intimidad familiar por el visionado de una película.

Para quienes no quieren que la televisión centre la atención de la convivencia familiar o marque la pauta de una reunión con invitados, algunas firmas comerciales proponen muebles de televisión que la mantienen oculta a la vista, sin crear un ambiente desolado. Muy al contrario, este tipo de muebles favorece que los equipos de DVD o vídeo también permanezcan lejos de las miradas y sirven como almacenamiento para las cintas de grabación y el archivo de películas.

Estos tipos de muebles no suelen ser demasiado altos para evitar que se cree sensación de poco espacio.