“Te voy a dar por donde más te duela”: frase común en el terrorismo virtual

“Te voy a dar por donde más te duela”: frase común en el terrorismo virtual

Un padre atormentado porque un pariente de su esposa había violado a su hija de 5 años, llevó a dónde debía y debe estar un criminal capaz de malograr la vida de un infante que apenas sabe hablar: a la cárcel.
Como es natural, cuando se producen desgracias de esta naturaleza la familia resulta lacerada, es un verdadero conflicto donde aparecen las irracionalidades de parientes que les importa muy poco la suerte de los niños.
Nadie tiene la posibilidad de medir el dolor que se produce ante una situación como ésta, es difícil determinar el desgarramiento de los padres ante la impotencia que resulta de que sea su propia hijita de 5 años la que haya padecido una situación tan horrorosa. Encima de todo el dolor que puede tener esa familia, un desalmado llama por teléfono al padre y le amenaza con “quemarle la casa con todo y familia adentro” con “te voy a dar por donde más te duele”, como si ya no le hubiera dado por donde más le dolía: su hijita de 5 años atrozmente violada.
Ante esta situación se me ocurrió utilizar el programa CON EL CONSUMIDOR del martes 26 de enero para tratar con un experto sobre las posibilidades de ubicar a los terroristas virtuales. Abrimos los teléfonos del canal y con ellos se destapó una caja de pandoras: desde la mayoría de los hospitales del país la gente llamó, incluyendo médicos siquiatras, porque según ellos la gente va a los centros hospitalarios atormentados por la cantidad de amenazas que reciben por la vía telefónica.
De ahí que se nos ocurre llamarle terrorismo virtual a todas esas amenazas que reciben las personas, casi siempre desde un teléfono que sale “oculto” o “privado”.
De acuerdo con el experto, hay informaciones que todos los usuarios de los servicios telefónicos debemos saber, como por ejemplo, que el teléfono que dice oculto o privado está registrado en los sistemas de las prestadoras, quienes a su vez están obligadas a suministrar a los usuarios las llamadas que se produjeron en el lapso de tiempo en que se recibió la amenaza.
Que la tecnología permite la reingeniería inversa y se puede rastrear desde dónde se hizo la llamada, desde qué aparato, y de quién es el aparato, pese a los llamados teléfonos “maco” que ya están regulados por el INDOTEL.
Otra información relevante para los usuarios es que no deben prestar sus teléfonos móviles, porque cualquier amenaza que alguien quiera hacer y si la hace, es posible que sea víctima de la inocencia al pensar que un amigo no le haría daño y sí que lo hace si amenaza a alguien a través de un medio que no es el suyo. El teléfono celular es como el cepillo de dientes, no debe prestarse.
Por demás, con los datos que les faciliten las prestadoras a los usuarios, son elementos de pruebas ante los tribunales y para que los organismos de seguridad del Estado protejan de los terroristas virtuales a todos los ciudadanos.

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