Teatro Guloya logra exitoso festival

Teatro Guloya logra exitoso festival

Definitivamente lo que parió el bobo no fue una bobería, fueron unos “monstruos” en su acepción de “extraordinariamente dotados”, que participaron en este festival de teatro llamado con el sugestivo nombre de “Lo que parió el bobo”, presentado en el entrañable espacio del Teatro Guloya en la Ciudad Colonial de Santo Domingo.

Pero el nombre del festival no es una invención ni mucho menos una extravagancia, tiene una verdadera significación que nos conecta con las raíces de nuestro teatro.
En el primer texto teatral escrito en nuestra isla y en América, el famoso “Entremés de Llerena” aparece en su trama un personaje masculino, Cordellante, -el Bobo- que preñado por las adversidades, da a luz una criatura monstruosa; el personaje es una alusión, una metáfora al desamparo de la plaza de Santo Domingo, a la realidad social de la época. Cuatro obras fueron presentadas durante el festival, piezas de indudable valor y compromiso. El teatro Estudio de la 37 presentó la obra “La edad de la ciruela”, del argentino Arístides Vargas. El tiempo, las añoranzas de años pasados, los recuerdos que se resisten a desaparecer, son la clave de este texto poético que aparece como una constante en su dramaturgia. Evocamos entonces su obra “Nuestra señora de las nubes”, presentada por Guloya.

El vino de la ciruela le da un sabor especial a esta obra; dos personajes, dos hermanasse cuentan a través de cartas, etapas de sus vidas, los últimos instantes de la madre moribunda; el pasado es siempre presente, el tiempo es solo el espacio. La actuación de las actrices Astrid Gómez y Estefany Vásquez, es formidable, cada una es una identidad bien definida, pero se complementan en una magnífica dialéctica actoral. La dirección de María Ligia Grullón, fue muy acertada.

Producciones Pavo Real ofreció el monólogo “Una madre”, de los dramaturgos italianos Dario Fo y Franca Rame. El estupendo texto con dosis de humor y burla, nos presenta a una madre que descubre que su hijo se ha convertido en adicto, pero además e irónicamente, en un guerrillero con “ideales”. La madre conservadora, dedicada a su hijo, no alcanza a comprender, pero entonces surge la paradoja, ella a través del hijo, de ese mundo rebelde, alcanza su propia libertad.
Bajo la dirección de Ingrid Luciano, el rol de la madre interpretado por Belitza Pérez, es un verdadero reto para cualquier actriz. Asoma otro monstruo en la escena dominicana.

El grupo teatral NV Producciones, nos trae una propuesta muy interesante: “Terapia”, del dramaturgo argentino Martín Giner, en el que aborda el intrincado mundo del psicoanálisis. A la consulta del facultativo acude supuestamente un joven, con un acusado complejo de Edipo. El libreto es estupendo, ágil, hilarante por momentos. El desenlace inesperado le da un giro impactante a la obra. Dos actores: Isaías Núñez y Noel Ventura, quien además dirige, muestran un gran potencial histriónico. El Festival cerró con la obra “El Tunel”, presentada por el Teatro Piedepuente. La interesante dramaturgia de Iván Mejía y Pedro Sierra (director), nos conduce a un torbellino de pasiones, a un túnel donde un hombre pretende manejar su entorno, hasta que encuentra el amor de una mujer, una luz al final del túnel, pero no lo será. Las actuaciones de Richardson Díaz e Iván Mejía, son efectistas y logran esa vital comunicación con el público.

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El Festival “Lo que parió el Bobo” fue una excelente muestra de teatro comprometido, y contó con un nutrido público que respaldó cada presentación. Esperamos los próximos partos múltiples, de este divino Bobo.

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