El director general y artístico del Teatro Nacional Eduardo Brito ofreció datos veraces sobre el manejo de la institución fundada en 1973, a propósito de los comentarios y publicaciones que se han producido en contra de su gestión.

Erasmo Cáffaro (Niní) dijo que la entidad que dirige está a la espera del remozamiento anunciado por el ministro de Cultura en el acto inaugural de la Feria del Libro el pasado mes de abril, con la aprobación y presencia del presidente Danilo Medina.

El ejecutivo indicó que ese presupuesto para las reparaciones prioritarias de la planta física de la institución fue sometido en febrero de 2013, de la mano de la Fundación Amigos del Teatro Nacional.

“Estamos a la espera y confiados de que este remozamiento se realice en los próximos meses”, expresó Cáffaro.

El licenciado en finanzas y cantante significó que la única fuente de ingresos que tiene la entidad es el pago de alquiler de las salas, principalmente la Carlos Piantini, lo que incluye el servicio de la boletería, acomodadores y técnicos.

“Existe la percepción general, incluso por parte de periodistas de reconocido prestigio, que el Teatro Nacional obtiene grandes recursos generados por la venta de boletas de los distintos espectáculos que se presentan en nuestras salas. Nada más lejos de la realidad, ya que el valor de las ventas de dichas boletas pertenece enteramente al productor del evento”.

Cáffaro agregó que los recursos devengados por el alquiler de las salas son destinados al mantenimiento general de la institución que va desde la compra de material gastable, artículos de limpieza, pago de combustibles, horas extras del personal, reparaciones menores y medianas, compra y mantenimiento de equipos, entre muchas otras necesidades, gastos e imprevistos que diariamente se presentan. Niní también aclaró que desde la implementación del sistema de cuenta única del Tesoro, todos los ingresos son depositados, íntegramente en dicha cuenta, debiendo hacer las solicitudes de reembolsos debidamente justificadas.

“Cada movimiento financiero que realizamos para honrar las obligaciones y una que otra mejora, de acuerdo a nuestras posibilidades, son fiscalizadas por la unidad de auditoría interna de la Contraloría General de la República que, de manera permanente, nos acompaña en el proceso, velando por el cumplimiento estricto de las normas de control interno”.

En cuanto a la denuncia que hiciera hace unos días el dramaturgo Giovanny Cruz en ¡Alegría! en el sentido de que en los camerinos les robaban las pertenecías a actores y directores, Niní dijo que en esas áreas solo transitan personas autorizadas únicamente por la producción (artistas, staff, familiares y relacionados), “por lo que nos entristece e indigna ver la ligereza con la que algunos productores atribuyen la responsabilidad de artículos faltantes al personal del teatro”. Añadió que a los que hoy dirigen el Teatro Nacional les ha tocado “convivir y sobrevivir con los deterioros propios del paso de 41 años sobre nuestra planta física”.

“Si a esta situación sumamos la reducción de los recursos humanos, donde el personas renunciante, cancelado o trasladado no es sustituido y los bajos niveles de salarios de una mayoría que devenga el salario mínimo, tenemos que concluir que este teatro necesita atención urgentemente”, explicó.

Logros. “No sería de justicia omitir los logros obtenidos con la remodelación de todos los baños del lobby y los camerinos, gracias a colaboradores y amigos, entre ellos la embajada de Taiwan, la Fundación Amigos del Teatro Nacional, el Despacho de la Primera Dama, el doctor Edgar Pérez y la inversión hecha con nuestros recursos”. Dijo que esos espacios están llenos de confort y elegancia, “con características funcionales, llaves en puertas y closet y caja de seguridad en los camerinos de la sala Ravelo, los cuales son entregados al productor mediante un protocolo y un reglamento de uso con sus respectivos juegos de llaves”.