Teatro

Teatro

Claudio Acosta.

El telón está a punto de levantarse. Los actores, nerviosos y ajetreados, ensayan una y otra vez sus parlamentos, conscientes de que el éxito de la obra dependerá de que cada quien represente a la perfección el papel que le asignó el Director, que tranquilo y relajado observa su afanoso trajinar, confiado en que todo saldrá como ha sido ensayado. No olvida ni por un segundo que el público, al que acostumbra tratar (de ahí su enorme popularidad) como si siempre tuviera la razón, se ha creado grandes expectativas con la obra, como sabe también que una buena parte de ese público se ha quejado de la pobre calidad de los actores, y que no podrá complacerlos a todos. El próximo miércoles, cuando se levante por fin el telón en el Congreso, serán los espectadores los que tengan la palabra, pero solo le preocupa que las rechiflas y protestas de los inconformes produzcan mas ruido que los aplausos o los elogios de los críticos, que por cierto tuvo la previsión (por eso es tan buen Director) de pagar por adelantado.
Fuera del globo.- Los que tienen la esperanza o el interés de que el doctor Julio César Castaños Guzmán, Vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia, salga premiado con la presidencia de la JCE sin estar en el globo tienen en sus manos un billete pelao. Es lo que se desprende de las declaraciones del presidente de la comisión de Justicia del Senado, Arístides Victoria Yeb, quien afirma que Castaños Guzmán, señalado como el candidato de consenso entre el gobierno y la oposición, no puede ser considerado a menos que remita una constancia expresando su interés por el cargo o que tramite esa aspiración a través de un legislador o una institución. Y eso, que se sepa, no ha sucedido, aunque es probable que cuando su nombre empezó a sonar el prestigioso abogado musitara para sí, como una oración, aquella expresión tan criolla: “ni la pido ni la goloseo, pero si me la dan me la jondeo…”

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