La decoración de un árbol de Navidad dependerá del gusto de cada persona. Para muchas familias, la temporada navideña comienza con la elección y decoración del árbol. De manera independiente se elige un gran pino o un majestuoso abeto; el cálido ambiente de un árbol de Navidad iluminado es un símbolo perdurable de estas fiestas.
Todo lo que se coloca en él, desde los adornos de las ramas hasta la escarcha, las guirnaldas o los listones, dice mucho de la personalidad y las tradiciones de la familia.
Al elegir un árbol de Navidad es bueno escoger uno que refleje la personalidad de cada quien y que los adornos también tengan esa relación familiar.
¿Por dónde empezar la decoración?
Lo primero es la elección del árbol, que debe ser un reflejo de la manera de ser y las tradiciones de la familia. Por lo general la mayoría de la gente compra el mismo tipo de árbol todos los años, una tradición que forma parte del ritual de estas fiestas.
Lo segundo es saber dónde se va a colocar para escoger uno del tamaño adecuado. Si el espacio que se dispone lo permite, es bueno lo recomendable es elegir uno frondoso. Los cielos rasos elevados demandan un árbol alto, pero si no se dispone de mucho espacio, hay que elegir uno de sobremesa o uno de tipo alpino, alto y más estrecho. Mucha gente se decide por los artificiales, los que hoy en día tienen un aspecto real y se presentan en múltiples formas y tamaños. Uno de los principales motivos por los que se han vuelto tan populares es su comodidad: una vez comprados, se pueden usar año tras año, no ensucian el piso y no hay que regarlos. Por otro lado, reducen el peligro de incendio. Sin embargo, hay quienes no pueden prescindir del aroma, la apariencia y el tacto de un árbol real. Ahora bien, si se decide a comprar (o cortar) un árbol natural, tiene la opción de podar sus ramas con un serrucho para definir la forma o adaptarlo al espacio disponible. No se puede olvidar regarlo para que perdure más.
Independientemente del árbol escogido, es recomendable que antes de comenzar a decorarlo, separarlo de la pared, de modo que se pueda caminar alrededor de él sin problemas. Además de que se puede decorar con mayor facilidad. Si se elige uno artificial, es bueno esponjar las ramas y torcer algunas de ellas hacia arriba antes de comenzar a decorarlo.
¿Cuántas luces se necesita?
Para empezar, se necesitan 100 luces por cada pie que mida el árbol. Por ejemplo, si el árbol mide 7 pies, necesitará al menos 700 luces.
Posteriormente, se pueden añadir más luce si el árbol es más frondoso de lo normal o si le gustan los árboles muy iluminados. Las luces se venden en paquetes de 35, 50, 100 o 200. A mucha gente le gustan las ristras de 100 luces, porque consideran que es el tamaño ideal para decorar la mayor parte de los árboles. Para la decoración del árbol es necesario organizarse de antemano y asegurarse de que se cuenta con las suficientes luces y en buen estado. Quedarse sin luz antes de terminar la decoración es muy desagradable, frustrante y enojoso.
El color de las luces
Estas pueden ser transparentes o multicolores. Muchas personas suelen usar luces blancas o transparentes en miniatura, porque combinan con cualquier color que tengan los adornos de árbol.
Por otro lado, las luces multicolores aportan un aire festivo y tradicional al árbol. También las hay de un solo color, como rojo o azul, las cuales son muy adecuadas para algunos árboles con un decorativo.
La colocación de las luces
Primero hay que comenzar por la base, enrollar el cable alrededor de las ramas hasta llegar a la punta.
La manera de enrollarlo es de las ramas hacia la base de esta. Hay que probar las luces antes comenzar a colocarlas en el árbol. Primero se conectan cada una de las ristras para ver si funcionan.
En la decoración del árbol las luces es lo primero: se colocan antes de los adornos, el remate y todo lo demás. Hay que conectarlas antes de empezar; así resultará más fácil distribuirlas. Para mayor profundidad en el árbol hay que enrollar las luces alrededor de las ramas.