Decenas de técnicos docentes se concentraron ayer en el parque Colón, de esta ciudad, en protesta por las precariedades que enfrenta el sector educativo, y por la falta de cumplimiento del ministro de Educación Andrés Navarro en aplicar la normativa que establece la Constitución de la República, la Ley 66-97, el estatuto docente y el Pacto Nacional de Educación.
Previo al encuentro, los manifestantes participaron en una misa realizada en la Iglesia Nuestra Señora de la Altagracia, la cual se llevó a cabo de manera simultánea en las 18 regionales del país, con motivo de dar cumplimiento al plan de lucha para sensibilizar al ministro Navarro ante las demandas de los docentes.

“Estamos aquí reclamando que a los centros educativos, distritos regionales y sede central, el personal debe llegar vía concurso, pero el ministro está subiendo a centros educativos a maestros contratados para pagarle la mitad de lo que debe pagarle a un maestro que se ha graduado”, afirmó Anazario Rodríguez García, presidente de la Asociación Nacional de Profesionales y Técnicos de Educación (Anproted), seccional Santiago.

Además, el dirigente denunció que en algunos centros no hay sillas suficientes para los estudiantes pero también faltan uniformes y los alimentos que sirven en las escuelas son de mala calidad.

Rodríguez García también criticó que el ministro Andrés Navarro quiere emitir manuales operativos en la parte técnica docente.
Dijo que, al tomar esta disposición, el funcionario está degradando a todos los técnicos regionales del país a técnicos distritales.

“Estamos en desacuerdo con esa medida. Además de eso hemos sido evaluados desde el año 2012 y, a pesar de una sentencia del Tribunal Superior Administrativo número 41516, el ministro hace caso omiso en el cumplimiento de la misma”, explicó Rodríguez García.

Los manifestantes insistieron en que hay más de 800 maestros con cuatro y cinco años ejerciendo la función de los técnicos en los distritos y las regionales. A ese personal, explicaron, el Ministerio de Educación les está pagando como a los maestros que van a las aulas, quitándole la mitad del sueldo que les correspondería devengar.