Técnicos Suroeste preocupados por Roya café

Técnicos Suroeste preocupados por Roya café

BARAHONA. La desaparición del café en la zona Enriquillo por efecto de la temible enfermedad de la Roya, pone en peligro a por lo menos nueve ríos y a decenas de riachuelos y venas de agua en el Suroeste.

Con la eliminación del café y los bosques de la zona desaparecerían los Patos, Nizaíto, Ojeda,  Cito, Cortico, Mata de Maíz,  Baoruco, Palomino y La Guázara, según Diosvigildo Uzeta, encargado del Centro Sur de Desarrollo Tecnológico, de Consejo Dominicano del Café (Codocafé). Se trata de un técnico consagrado que tiene  su vida en la zona.

Sostiene que la Roya hasta hace dos años se mantenía en la zona  como una enfermedad más. Otros técnicos y caficultores sospechan que puede haberse producido una mutación del hongo que produce la enfermedad   o su agresividad se debe al cambio climático. Este año aquí se  recogieron granitos de café.

Esto ha puesto en jaque mate, tanto a técnicos como a productores, dice Uzeta.

Agrega que aunque se han tomado algunas medidas de control, aun no pueden decir que tienen el problema resuelto, sino que se les  ha ido un poco de la mano, por lo que  necesitan de la mano amiga del Gobierno, porque ya los productores no pueden con el control de la enfermedad.

La Roya necesita de un manejo integrado. Son tres medidas de control que hay que tomar a la vez, como labores  culturales (manejo de  malezas, podas del cultivo y manejo de  sombras); fertilización, y control químico, que tiene dos aspectos: cuando la enfermedad no está muy desarrollada (por debajo de un 20% en los niveles de infección) hacen un monitoreo y usan en el control  fungicidas protectores a base de cobre.

Cuando los niveles de infección pasan del 20% recomiendan los fungicidas curativos, que son los sistémicos.

Uzeta explica que la solución definitiva es el uso de variedades tolerantes a la enfermedad, entre las que figuran los Catimores, en los que hay una serie de variedades que se pueden usar para renovar esas plantaciones, que es lo que han hecho otros países, como Colombia. Al darse cuenta  que el manejo de la Roya salía demasiado costoso, el Gobierno acompañando a los productores cambió las variedades lograron una  muy famosa: la Castillo.

Precisa que con el uso de esa variedad los colombianos  lograron ponerse por encima de la enfermedad y ya no tienen ese problema. Son medidas que hay que tomar aquí con este problema a corto, mediano y largo plazo.

Cree que si la Roya  no se toma en serio,  acabará con la caficultura y con la zona porque  desaparecerá el bosque del café y con él las aguas de las montañas.

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