Tecnología ha conducido hacia reducción progresiva salarios

Tecnología ha conducido hacia reducción progresiva  salarios

La globalización y la tecnología han conducido hacia una reducción progresiva de los salarios, que se encuentran cerca de sus mínimos de cincuenta años, según un estudio elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que insta a una distribución más equitativa de la renta con el objetivo de disminuir la desigualdad.

En el capítulo III de su informe Perspectivas Económicas Mundiales, la institución dirigida por Christine Lagarde precisa que los salarios actuales se encuentran al menos cuatro puntos porcentuales por debajo del nivel alcanzado en 1970, después de haber registrado mínimos de cincuenta años en los prolegómenos de la crisis financiera.

«Hemos constatado que, a pesar de que los avances tecnológicos y la integración económica mundial han sido factores clave hacia la prosperidad internacional, sus efectos sobre la proporción del trabajo –sobre la renta nacional– suponen un reto para que los legisladores encuentren la manera de distribuir los beneficios de forma más amplia», señalan los autores del informe en una publicación adjunta al trabajo analítico.
El FMI atribuye aproximadamente la mitad de la caída de los salarios en las economías avanzadas al impacto de la tecnología, tras la rápida evolución experimentada por las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y con un gran número de profesiones que han sido fácilmente automatizadas.

Según se desprende del documento de trabajo de la institución con sede en Washington, cerca del 25% de la caída de la remuneración del factor trabajo se puede atribuir a la globalización, puesto que las cadenas de valor globales tienden a deslocalizar las tareas repetitivas.

«En conjunto, la tecnología y la integración global explican cerca del 75% de la caída de la remuneración del factor trabajo en Alemania e Italia y cerca del 50% en Estados Unidos», afirman los autores.
A pesar de estas conclusiones, el FMI defiende que la globalización ha permitido una expansión del acceso al capital y a la tecnología en las economías emergentes y en desarrollo –a través de un incremento en la productividad y en el crecimiento– que ha conducido a una mejora en los estándares de vida y ha rescatado a millones de personas de la pobreza.

No obstante, reconoce que el cambio de las actividades de producción, hacia otras más focalizadas en el capital, ha favorecido la reducción de los salarios. «Hemos detectado que la integración global, particularmente la participación en cadenas de valor internacionales, ha sido el factor principal que ha conducido a caídas en la participación del trabajo en los mercados emergentes», concluye el estudio.
Asimismo, el documento afirma que la caída de los salarios en las economías avanzadas ha sido especialmente acusada para los trabajadores de cualificación media a consecuencia de la automatización, lo que contribuye a la polarización del empleo entre trabajos de baja y alta preparación.

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