Tecnologías elecciones deben ser para aumentar confianza

Tecnologías elecciones deben ser para aumentar confianza

Cualquier incorporación tecnológica en los procesos electorales de América Latina debe ser para aumentar la confianza, pues a pesar de los avances democráticos en la región sigue habiendo sospechas de fraudes en muchos países.

Con este planteamiento coincidieron ayer en la inauguración del seminario Internacional “Elecciones y Tecnología” el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario; el presidente del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), Daniel Zovatto, y el expresidente del Consejo Electoral de Colombia Joaquín José Vives.

Zovatto destacó el uso creciente de las tecnologías de la información y comunicación (Tics) en los procesos electorales para mejorar la eficiencia, transparencia y credibilidad. También para atraer el público joven, a sabiendas que la mayoría del electorado de la región es de jóvenes entre 19 y 35 años.

Dijo que pese a los buenos resultados del uso de las tecnologías en elecciones, su uso indebido puede constituir un verdadero peligro. “En América Latina, pese a todos los avances, se han celebrado 133 elecciones presidenciales desde el 1978, más de 150 legislativas 50 procesos participativos, sigue habiendo sospechas de fraudes en muchos de los países, por lo tanto la incorporación de las Tics tiene que sumar confianza, no aumentarla, y debe ser inteligentemente adoptada, expresó Zovatto.

Afirmó que el IDEA ha planteado que debe haber claridad en los principios que justifican la incorporación de las Tics; que se tome en referencia el contexto, ya que no necesariamente lo que funcione bien en un país puede usarse en otro, por lo que hay que tomar en cuenta la cultura política, los partidos, el sistema electoral y otras variables.

Agregó que el uso de las Tics tiene que ser progresivo y acompañado de una capacitación.

En tanto que Vives enfatizó que la base de cualquier sistema electoral que aplique las herramientas tecnológicas debe ser “la confianza, seguridad y transparencia”, que garanticen que los resultados electorales deben ser fieles a la voluntad de los electores.

Coincidió con Zovatto en que en América Latina los procesos electorales están basados en la desconfianza, por lo que se debe trabajar para mejorar ese aspecto.

Señaló que es preciso orientar sistemáticamente a todos los actores del proceso, quienes a veces hacen críticas sin base. Apuntó que los organismos electorales deben estar abiertos al escrutinio permanente de la ciudadanía.

Caso dominicano. Rosario explicó que hasta hace poco tiempo la JCE utilizaba mínimamente la tecnología en los servicios que ofrece a la ciudadanía, tanto en materia de registro como en los procesos de participación política.

Señaló que esta ausencia de tecnología apropiada facilitó la ocurrencia de hechos y situaciones que no generaban confianza en los resultados y que por tanto afectaban su legitimidad. “Nuestro sistema electoral funciona esencialmente como un sistema de desconfianza, lo que dificulta mayores avances”, expresó Rosario.

Dijo que a partir de su administración existe una voluntad de usar la tecnología como aliado en la organización de los procesos, tanto en los servicios públicos o elecciones, lo que ha permitido impulsar las transformaciones que han convertido a la JCE es un estandarte.

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