La agricultura dominicana vive hoy la dualidad de unos sectores que utilizan para producir las más avanzadas tecnologías, mientras la mayoría de los productores no han podido adquirir esas innovaciones por falta de recursos.
La agricultura moderna es definida como la que depende en mucho de esa tecnología, de las ciencias físicas y biológicas. La irrigación, el drenaje, la conservación y la sanidad, factores vitales para que la agricultura sea exitosa, exige el conocimiento especializado de ingenieros agrónomos. La química agrícola, en cambio, trata sobre la aplicación de fertilizantes, insecticidas y fungicidas, reparación de suelos y el análisis de productos agrícolas, etc.
En una misma zona agrícola en el país, se observa a productores que usan el rayo láser para preparar el terreno, y el avión para la siembra de arroz, y otros que utilizan aún yuntas de bueyes para arar las parcelas, cuando no una rudimentaria máquina tirada por caballos para sembrar habichuelas. Esta disparidad es una constante en las principales zonas de producción agropecuaria del país. En la última década ha sido retomada la importancia del campo y la investigación en la agricultura nacional, un reconocimiento a que el uso de tecnología es fundamental para garantizar la seguridad agroalimentaria de los ciudadanos. Pero la tecnología no es importante sólo para garantizar la cantidad y calidad de los alimentos, sino también para producir lo indispensable para mantener abastecidos los mercados que suplen a los ciudadanos. Además, la competitividad de la que tanto se habla, ante todo para el sector agroindustrial, debe estar vinculada al desarrollo y a la provisión de tecnologías. Aquí, la aplicación de la alta tecnología se concentra en pocos productores, en lugar de masificarla, hacerla llegar a pequeños y medianos agricultores en las distintas áreas de la producción, para lo cual hay que hacer grandes inversiones.
Mecanización
En materia de tecnología para la preparación de terrenos, siembras y cosechas, los principales cultivos son arroz, habichuela y caña. Muchos de estos terrenos se preparan con rayos láser, y las siembras y cosechas se hacen con equipos mecanizados. En algunas zonas arroceras, la siembra se realiza desde avión, recuerda el ingeniero Osmar Benítez, productor de plátanos y bananos en una de las pocas fincas del país con riego presurizado, mientras en las zonas arroceras, el riego es por inundación.
La tecnología de riego en la producción de algunos frutales (mango, aguacate, melón, lechosa), en vegetales de invernaderos y a cielo abierto, también se usan tecnologías modernas. En San Juan de la Maguana, Manuel Castillo tiene un sistema de riego pivotal, ruedas que lo desplazan para mojar las plantas. En el sector industrial, en matanza de animales, aquí existe la tenología más alta de proceso: pollo (lo clasifican por peso y tamaño). Hay granjas avícolas con sistemas de túneles con extractores de calor y de enfriamiento, y la ganadería porcina usa una moderna tecnología en el destajo de animales. En el país hay una empresa que tiene hasta cámaras de maduración de carnes. En la ganadería de leche existe la tecnología computarizada para el manejo de la alimentación y del ordeño. Igualmente, la industria láctea usa alta tecnologías en sus procesos.
Investigación
Al reafirmarse la importancia de la agricultura, resurgieron los centros de investigación, como el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, Centro de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria, y la secretaría de Ciencia y Tecnología que financia a las universidades en la preparación de recursos humanos en investigación, recuerda el ingeniero Benito Ferreira, rector de la Universidad ISA, de Santiago. Cree que para hacer más efectiva la investigación en la agropecuaria, es necesario el esfuerzo estatal, sector privado y universidades. También la competitividad debe estar vinculada al desarrollo y a la provisión de tecnologías.
El concepto de tecnología es amplio y todos debemos trabajar desde nuestra perspectiva para que lo que nos corresponde se haga bien. Eso tiene que ser decidido y acordado entre el Estado y el sector productivo. Si esos dos elementos gerenciales fallan, el proceso se cae y no es efectivo, por lo que hay que seguir luchando.
Zoom
No aprovechado
EL DR-CAFTA con CA y EU y el acuerdo firmado con la UE presentan una oportunidad, pero no la hemos aprovechado al máximo y tampoco decidido las acciones a tomar para sacarle provecho a las ventajas que tenemos en esos mercados, dice Ferreira.
PATCA
Hay que reconocer que el Programa de Apoyo a la Transición Competitiva Agroalimentaria (PATCA) ha contribuido a que pequeños agricultores tengan esa tecnología. La segunda parte debe financiar a los productores más de 30 tareas.