La posición de campo corto es una de las más importantes por sus implicaciones para mantener el equilibrio del cuadro en el plano defensivo.

Sin embargo, desde la era de Cal Ripken Jr., la posición número seis también ha sido una de exigencia ofensiva vital.

La República Dominicana ha sido considerada por mucho tiempo la cuna de los torpederos, principalmente por la cantidad de jugadores salidos de San Pedro de Macorís con grandes facultades.

Ese es el caso de Octavio Antonio Fernando Castro, mejor conocido por la afición como Tony Fernández.

 Hijo de padres haitianos, Fernández llegó a las Grandes Ligas en 1983 con los Azulejos de Toronto y no necesitó de mucho tiempo para dejar su impacto en el mejor béisbol rentado del mundo.

Fernández era espectacular con el guante, en una época en la que Ozzie Smith era el parámetro, el joven dominicano se las ingeniaba para ganar su espacio y enseñar sus condiciones, como queda comprobado con los cuatro Guantes de Oro que ganó en el tiempo que militó en la Gran Carpa.

Fernández era un pelotero muy querido y de ahí que también fuera reconocido con cinco visitas al Juego de Estrellas en sus 17 temporadas en las mayores.

Fue una figura importante, además, en la Serie Mundial que ganaron los Azulejos de Toronto en 1993 sobre los Filis de Filadelfia, aunque también tuvo que probar un trago muy amargo al cometer una pifia histórica en la segunda base de la Serie Mundial de 1997 contra los Marlins de Florida, cuando militaba con los Indios de Cleveland.

Fernández fue un bateador de por vida de .288, que acumuló 2,276 hits, 92 de ellos para triples y 94 para cuadrangulares.

Era un gran corredor de bases que en 1990 disparó 17 triples para encabezar la Liga Americana y se robó 246 bases en su carrera.

Por diferencias con la gerencia de los Azulejos de Toronto, y tras no recibir ofertas para seguir en las mayores luego de un 1999 impresionante (.328-6-75), Fernández se fue a jugar a Japón aunque regresó a las mayores en el 2001 donde estuvo por un breve tiempo con los Cerveceros de Milwaukee y con los mismos Azulejos.

Pero del otro lado nos encontramos con un torpedero de la época moderna, como es el caso de Miguel Tejada, quien comenzó su carrera con los Atléticos de Oakland.

Tejada se apega más al estilo de los campo cortos de poder y con mucha capacidad remolcadora, dividiendo tiempo con una generación que encabezó Alex Rodríguez, antes de mudarse a la antesala cuando fue cambiado a los Yanquis de Nueva York.

En un momento preciso de su carrera, Tejada se encontraba en un círculo muy exclusivo de torpederos que agrupaba a Rodríguez, Derek Jeter, Nomar Garciaparra y a él mismo.

La capacidad productiva de Tejada siempre ha sido destacada, incluyendo aquella campaña del 2002 con los Atléticos, cuando bateó para .308, con 34 cuadrangulares, 131 remolcadas, 108 anotadas y 204 indiscutibles.

Ese año, la Guagua conquistó el premio al Jugador Más Valioso, con unos Atléticos que fueron a la postemporada aunque perdieron de los Yanquis de Nueva York.

Su alto potencial ofensivo lo llevó a ganar dos Bates de Plata seis Bates de Plata y entre el 2000 y el 2007 no se perdió ni un solo partido, hilvanando una racha de 1,152 encuentros jugados en forma consecutiva hasta que fue golpeado por una recta de CC Sabathia que le fracturó la muñeca en la temporada del 2007.

Tejada tiene un promedio de por vida de .285 y ha logrado disparar 304 cuadrangulares, con 1,282 remolcadas en los 15 años que ha visto acción en las mayores.

Su carrera aun sigue vigente aunque este mismo año fue dejado libre por los Gigantes de San Francisco y en lo inmediato no se sabe qué le depara para el futuro cercano.

En cinco ocasiones, Tejada ha bateado por encima de .300 y en otras seis oportunidades superó las 100 remolcadas.

La defensa del banilejo nunca ha sido tan efectiva como la de Fernández, sin embargo, su juego agresivo y siempre fajador lo llevó a opacar cualquier fallo en ese sentido.

Por eso podemos decir que Miguel Tejada supera a Tony Fernández como el mejor torpedero.

Cara o cruz

Alberto Rodríguez

Creo que eran jugadores diferentes. Fernández era un torpedero maravilloso con el guante, pero Tejada más remolcador y mucho más poder”.

Romeo González

Pese a que defensivamente Tony Fernández fue mucho mejor, me quedaría on Tejada por lo que aporta en términos generales a un equipo de béisbol”.