DIONISIO SOLDEVILA
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SANTIAGO.- El toletero dominicano Miguel Tejada tuvo una noche histórica en la primera jornada de la Serie del Caribe del 2008 clebrada en el Estadio Cibao de esta ciudad.

Tejada conectó dos cuadrangulares y contribuyó en el triunfo de las Aguilas Cibaeñas 13-6 sobre los Yaquis de Obregón, de México.

Con los dos jonrones, Tejada llegó a 13 de por vida en la historia de la Serie del Caribe, y estableció un récord de cuadrangulares del clásico, rompiendo un empate en el primer lugar que tenía que con el boricua Tony Armas, quien terminó su época de pelotero con 11.

El palo de Tejada se produjo en la segunda entrada y puso a las Aguilas arriba en el juego 8-2 en un prolongado partido que finalizó a altas horas de la madrugada. Las Aguilas vapulearon al abridor de México, el zurdo Alberto Castillo, tal y como lo hicieron en los primeros juegos de la serie final dominicana con los Tigres del Licey.

Castillo apenas lanzó dos tercios de entrada y le anotaron cinco carreras antes de abrirle el paso a Isauro Pineda, quien pasó por tres entradas y un tercio de acción, con cuatro carreras.

El inicialista Mendy López, el jardinero Víctor Díaz y el torpedero T.J. Peña remolcaron dos vueltas cada uno en la maratónica actuación ofensiva que presentaron las Aguilas en este primer encuentro.

El abridor de las Aguilas, el refuerzo Alfredo Simón no aguantó las cinco entradas necesarias para optar por el triunfo, saliendo luego de cuatro capítulos y dos tercios de trabajo.

Fue seguido por Santiago Ramírez, Joel Peralta, Randy Choate y Denny Bautista

Los mexicanos fabricaron carreras en el segundo, cuarto y quinto episodio del encuentro, producto de batazos de Albino Contreras, Alfredo Amezaga y Agustín Murillo, amenazando la ventaja de las Aguilas.

Pero el receptor cubano Brayan Peña estampó otro jonrón de dos carreras en la séptima entrada para volver a ampliar la ventaja de las Aguilas a seis vueltas.

 El batazo Peña fue seguido por el segundo de Tejada.

La victoria fue para Santiago Ramírez, a pesar de haber tolerado dos vueltas en una entrada de labor.

Previo al partido se celebró una brillante ceremonial inaugural que conjugó el floklore y las tradiciones de los dominicanos.