Juan María Ramírez 
Gran parte de los residentes en Santo Domingo habitan bajo o frente al peligro que constituye la maraña de cables de las compañías telefónicas, empresas de cables y alambres del tendido energético.
En casi todos los sectores del Distrito Nacional y de la provincia Santo Domingo, el cableado de las telefónicas, compañías de cable y del servicio eléctrico, se entrecruzan y forman marañas o rollos embollados constituyéndose en peligro público.
Un ejemplo a la vista a pocos metros de las instalaciones de los periódicos Hoy, El Nacional y El Día, del grupo Corripio, en la avenida San Martín, donde los alambres de electricidad, telefónicos y de cables, forman una especie de “telaraña” por lo que con frecuencia sufren averías y caen al pavimento.
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Rosa García, quien habita en el ensanche Kennedy, no oculta el temor de caminar debajo de esa realidad junto a su hija para llevarla diariamente al colegio.
“El día que suceda una desgracia, Dios no lo quiera, entonces las autoridades vendrán a corregir la situación, pero no podrán resarcir el dolor si se pierde una vida”, advierte.
En sectores como ensanche La Fe, Cristo Rey, Villa Juana, Villas Agrícolas, La Zurza, Capotillo, Simón Bolívar, 24 de Abril, Espaillat, 27 de Febrero, Villa María, Villa Francisca, San Carlos, Herrera, los kilómetros de la carretera Sánchez, Los Mina, El Tamarindo, Los Ríos, Ensanche Luperón, Ciudad Nueva y otros, el panorama con el desorden en el alambrado es el mismo.
Con frecuencia los cuerpos de bomberos de los diferentes municipios del Gran Santo Domingo, acuden a sofocar conatos de incendios en esos lugares provocados por corto circuitos o explosiones de transformadores.
En muchos lugares debajo de las marañas se establecen negocios.
