Por Jonathan Wheatley
La compra la semana pasada de dos compañías de teléfonos móviles regionales por Vivo, el mayor operador de móviles de Brasil, anuncia una nueva fase en la consolidación de las telecomunicaciones brasileñas que han estado en marcha desde la privatización en 1998.

Es también una victoria significativa para Telefónica de España, que controla Vivo en un negocio conjunto con Portugal Telecom, sobre sus rivales mexicanos TELMEX y América Móvil, controlada por el empresario multimillonario mexicano Carlos Slim. Ambas partes han estado batallando por años en un esfuerzo por dominar en Brasil y en toda la región.

Un nuevo jugador pudiera surgir pronto para desafiar su hegemonía en Brasil. Lamentablemente, no es uno con probabilidades de hacer avanzar hacia un mercado bien regulado y libremente competitivo. Resultaría de la fusión de OI (antes Telemar) y Brasil Telecom., dos operadores grandes de telefonía fija y móvil, en la cual los brasileños tienen una gran participación de control.

Bajo las regulaciones actuales, una fusión así sería imposible, Pero el gobierno no solo ha manifestado su interés en el surgimiento de un “campeón nacional” que supere a los extranjeros, También ha indicado su intención de  asumir “una acción de oro” en la compañía fusionada.

Las regulaciones actuales, al parecer, puede que sean echadas a un lado pronto -un nuevo indicio del interés del gobierno en controlar el juego en el sector, y de la cercana imposibilidad de depender de las regulaciones, tal como existen ahora. Españoles, mexicanos y en particular los brasileños, deberían manifestar sus objeciones.

VERSION IVAN PEREZ CARRION