Telefónicas se quejan robo cables

Telefónicas se quejan robo cables

POR SANTIAGO GONZÁLEZ     
SANTIAGO.-
Las telefónicas Tricom y Verizon han perdido unos RD$50  millones por el robo de cables en lo que va de año en la región Norte, denunciaron ayer ejecutivos de ambas empresas. La sustracción de cables en línea se ha convertido en un problema de seguridad para esas telefónicas, que tartan de encontrar medios para protegerse de los pillos que han dejado a cientos de personas sin servicio telefónico residencial y comercial.

Los ladrones, de acuerdo con la denuncia, han sustraído cientos de metros de cables, especialmente en lugares despoblados, generándole graves dificultades de servicios a los suplidores de las telecomunicaciones.

A Verizon los ladrones le han sustraído cientos de metros de tablería en los sectores de la zona sur de esta ciudad , especialmente en las avenidas  Augusto Lora, Antonio Guzmán, en el barrio La Otra Banda, La Herradura y en la ciudad de La Vega.

De acuerdo con la denuncia, los robos son cometidos pese a que los denominados alimentadores o cables mayores  tienen alarmas que conectan a las centrales de las empresas de telecomunicaciones que disparan las mismas.

El robo se ha incrementado desde agosto pasado en Santiago, San Francisco de Macorís, Puerto Plata y La Vega, donde se han sustraído miles de metro de cables de cobre, lo que  representa un costo millonario para los afectados.

Tricom y Verizon han alertado a las autoridades policiales y judiciales, pero muy pocos de los desconocidos han sido encontrados con evidencias o apresados.

Marcos Cabral, primer vicepresidente regional de Tricom y Reynaldo Santos, supervisor de planta externa y Juan Vila, de Verizon, manifestaron que ese hecho les está causando molestias a sus usuarios y  pérdidas económicas a muchas empresas que son sus clientes.

«Quiero destacar que esa modalidad delictiva afecta no solo a nuestra empresa, sino a otras que tienen contratados nuestros servicios porque de hacer sus operaciones normales y muchos de ellos son exportadores y sus transacciones en dólares», destacó Cabral.

De agosto pasado a la fecha, en la Región Norte,  Tricom sólo tiene 13 denuncias de robos, que de acuerdo a los ejecutivos  esa compañía, le ha dejado pérdida económica cuantiosa, porque mientras restablecen el servicio a los usuarios sus empleados debe trabajar horas extras.

El año pasado por ese concepto Tricom perdió más catorce millones y a la fecha estiman que esa cifra ha sido duplicado. Verizon aunque no dio cifras dijo que son decenas de millones de pesos en pérdidas por robo de los cables que llevan el teléfono a los hogares y a los negocios.

«En lo que va de año verizon ha sido afectada con una cantidad de robos impresionante, que nos generas perdidas millonarias en  pesos, sólo en  lo que corresponde labor de  material de reposición y el costo de su mano de obra», dijo Juan Vila gerente de Relaciones Públicas en la División Norte.

 La semana pasada desconocidos robaron por tercera vez los cables telefónicos la empresa Tricom, en los sectores de Altos de Rafey, Zona de Franca y por cuarta ocasión al empobrecido sector de Rafey, dejando sin teléfonos a sus residentes. El  lunes, al percatarse de estar sin el servicio de telecomunicaciones, los vecinos de esos sectores se quejaron ante la empresa suplidora creyendo que se trataba de una avería, pero no, ¡era el cuarto robo de los cables!.

Una de las primeras  afectadas y denunciante de la falta de servicio, fue la periodista de este diario, Susana Veras, residente en  Zona Franca, quien relató que este año ella ha quedado casi un mes sin línea en su residencia.

«Seria más justo y honesto que la empresa nos diga la verdad sobre ese hecho y no que nos deje de diez a doce días sin teléfono bajo la excusa de que se trata de una avería que prometen resolver en  horas y en eso se le causa muchísimas molestias», dijo Veras. Los vecinos se percataron de la anormal situación porque uno de los técnicos de la empresa de servicio de telecomunicaciones les advirtió a tener cuidado porque es la tercera vez que el cableado de los teléfonos es robado.

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