Telescopio

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Ayudar al enemigo.-  El pasado miércoles el Departamento de Estado de Estados Unidos agregó 22 cargos más al expediente del soldado Bradley Manning. Al militar, que un pirata informático lo acusa de  ser el “chivato” o el “garganta profunda” de miles  de los documentos de la guerra de Irak publicado por el portal WikiLeaks, enfrentaba ya 12 acusaciones. Según el expediente contra Manning, la página del australiano Julian Assange recibió 150 mil datos “ultra-secretos” en CD de mano del soldado. Los documentos describen atrocidades y matanzas de civiles por las tropas estadounidenses y aliados en Irak. Manning, de 23 años,  que guarda prisión en un centro penitenciario militar de Quantico en Virginia, al este de EEUU, enfrenta un total de 34 cargos y podría ser condenado a muerte. El uniformado es acusado de “uso de software no autorizado de computadores del gobierno”, “extracción de  información clasificada”, “descarga ilegal de datos”, “transmisión  de los documentos para su divulgación” y sobre todo de “ayudar al enemigo” al facilitar  “secretos” de la guerra.

¿Y a qué enemigo específico se refiere?  El “gran enemigo”  que  Manning ayudó podría dividirse en tres: WikiLeaks y su fundador Julian Assange, los rebeldes iraquíes y países y grupos afines que los apoyan, podría ser otro, o un tercero y casi seguro, la opinión pública del mundo, que no debía enterarse de cómo la gran “potencia mundial” mata  diario decenas de personas en Irak, Afganistán o Pakistán. Si Manning fue el hombre que facilitó los datos a Assange y Washington lo comprueba, el soldado podría pagar con su vida por  ayudar al “enemigo” de EEUU, pero al resto del mundo le ha hecho un gran favor, ya que no habrá que esperar 50 ó 100 años para enterarse, por documentos desclacificados por el Departamento de Estado, de cómo se reían pilotos estadounidenses mientras bombardeaban familias completas en Irak, Pakistán y Afganistán.

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