La gira de Hillary. A finales del mes pasado, la secretaria de Estado de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, inició una gira por nuestra región que la llevó primero a Chile, donde evaluó los los daños del sismo junto a la presidenta Michelle Bachelet. En Uruguay se reunió con José Mujica en vísperas de que el ex guerrillero tupamaro asumiera la presidencia de ese país. En Argentina abrazó a Cristina Kirchner . Luego pasó a Brasil y Costa Rica, cerrando su periplo en Guatemala, donde se reunió con varios líderes centroamericanos. A este último encuentro asistió el presidente Leonel Fernández. Hay que señalar que el secretario adjunto para América Latina y el Caribe, Arturo Valenzuela, ya había recorrido Perú y Colombia. Con esta gira, además de darles la bienvenida a nuevos rostros, como Mujica de Uruguay; Laura Chinchilla, de Costa Rica y Sebastián Piñera, de Chile, los temas tratados por Hillary pudieron ser diferentes en cada nación, pero tras un mismo objetivo: recuperar espacios que hoy no lucen tan seguros en Latinoamérica.
¿Qué busca EEUU? La respuesta a este recorrido podría estar en algunas de estas apreciaciones o en la suma de ellas: la inclinación de algunos gobiernos latinoamericanos hacia Cuba y Venezuela; la soltura de disentir ante Washington; en los acercamientos por Latinoamérica de jefes de gobierno no gratos a EEUU, como el de Irán, Mahmud Ahmadineyad, o el libio Muamar Gadafi , aunque este último se ha enfriado un poco ante Occidente. También un hecho que Washington no dejará pasar desapercibido es el de los ejercicios militares que el presidente venezolano Hugo Chávez organizó meses pasados con los militares rusos en las aguas del Caribe. Pero, quizás, lo que rebosa la copa fue el acuerdo logrado en la última Cumbre del Grupo de Río celebrada en febrero en Quintana Roo, México, de crear un bloque de países, especie de otra OEA sin Estados Unidos ni Canadá.