Cae otro gobierno europeo. La crisis económica que  sacude Europa obligando a renunciar gobiernos o causando  derrotas electorales, como en Grecia, Rumanía, España, Italia y Portugal, continúa y esta semana tocó su turno a Bulgaria, cuyo primer ministro, Boiko Borisov,  renunció  tras diez días “nadando” en candela, con grandes manifestaciones en las calles contra los precios de los combustibles, la corrupción y la crisis económica. Dos o tres personas se prendieron fuego “a lo bonzo” en  las protestas.

Bulgaria, de órbita soviética a las bases de EEUU.-  La República de Bulgaria se ubica al sur de Europa. Limita al norte con Rumania, al este con el mar Negro, al sur con Turquía y al oeste con Macedonia y Serbia. Sobre la etimología del término “búlgaro” lo historiadores barajan diversas teorías. Lo que es hoy Bulgaria fue una región golpeada por romanos, las huestes de Alejandro Magno y los otomanos. Ya en la modernidad, en 1945, luego de la Segunda Guerra Mundial, Bulgaria pasó a ser un Estado socialista, en el llamando Bloque del Este, bajo la bandera soviética. Y en 1989 inició su transición a una democracia parlamentaria y economía de mercado. Bulgaria tiene una extensión de 110,994  kilómetros cuadrados. (Más de dos veces el territorio de RD). Su capital es Sofia. Se convirtió en miembro pleno de la Unión Europea en enero de 2007, siendo uno de los países más pobre de esta unión. En abril de 2006, Bulgaria firmó con EEUU un pacto de “cooperación de defensa” para el uso de las bases aéreas de Bezmer y Graf Ignatievo, el centro de entrenamiento de Novo Selo y cuartel de logística en Aytos como instalaciones militares conjuntas. Hoy día, la base de Bezmer, según la publicación Foreign Policy, es una de las seis instalaciones de ultramar más importantes utilizada por las Fuerzas Aéreas de EEUU.

¿Qué desató la ira en Bulgaria?  El detonante de última hora, sumado a otros problemas, ha sido los altos precios de la tarifa de la electricidad, cuya distribución es manejada por empresas extranjeras, como la CEZ y Energo-pro de la  República Checa, y EVN de Austria, y a cuyos aliados en Bulgaria las masas enardecidas llamaban “¡mafiosos, mafiosos!” en las movilizaciones.