OTAN ignora pedidos de auxilio. En su trilogía El Señor de los Anillos, J. R. R. Tolkien, describe a Frodo, uno de los personajes centrales, caminando sobre cadáveres mientras atraviesa un lago en su heroica aventura por deshacerse del bendito anillo. La escena es fruto de la imaginación hasta cierto grado, ya que Tolkien, quien estuvo en una trinchera en la Primera Guerra Mundial, sobrevivió en una gran batalla y caminó sobre los cuerpos de compañeros y enemigos de combate. Hoy las misiones de los aviones, barcos y portaaviones de la OTAN casi corren igual suerte y se enredan en las aguas del Mediterráneo con cadáveres y gritos de refugiados africanos.
Centenares de muertos.- El caso más reciente data de la semana pasada, cuando la OTAN, en sus operaciones salvadoras sobre Libia las malas lenguas dicen que es matando a bombazo limpio a mucha gente en la tierra de Gadafi- ignoró el pedido de auxilio de 72 inmigrantes varados en una barca en pleno Mediterráneo. El desenlace fue trágico: 61 de los refugiados murieron. Este drama se une a los 800 muertos de unas 6 embarcaciones que naufragaron a mediado de marzo. Una sola nave llevaba 600 personas. La mayoría de los refugiados son del Norte de África, el llamado Gran Magreb , es decir, Marruecos, Libia, Mauritania, Túnez, y de otros países de Medio Oriente. Huyen del hambre, la represión y las bombas, que cocinan a Libia. Ayer se calculaban que más de 1,200 personas que huyeron de Libia podrían haber muerto en el Mediterráneo. La furia ha llegado al Consejo de la Unión Europea, al ACNUR y ONG europeas, que han pedido a la OTAN socorrer los refugiados, ya que la Alianza sólo parece preocuparse porque sus aviones llenen sus pechos de bombas y la dejen caer sobre Libia.