Con la oscuridad como cómplice.- En la oscuridad de la noche, comandos israelíes bajaron de un helicóptero al buque Mavi Marmara y comenzaron a disparar al pisar la cubierta, escribió uno de los sobrevivientes en una página web. El narrador formaba parte de los más de 700 activistas pro-palestinos que el pasado lunes se dirigían a Gaza en 6 barcos. Dispararon directamente contra la muchedumbre de civiles dormidos, termina el activista. El ataque, que ocurrió en aguas internacionales, terminó con un el balance de nueve activistas muertos y 25 heridos. Algunas agencias dicen que los muertos oscilan entre 16 y 20. Y pese a la tibia reacción de la ONU, del presidente de EEUU, Barack Obama, y otros líderes europeos, el repudio y las protestas no se han hecho esperar en distintas partes del mundo.
El enemigo a destruir.- El blanco atacado por Israel fue la Flotilla de la Libertad formada por 6 barcos y encabezada por el Mavi Marmara. En las naves iban unas 750 personas de 40 nacionalidades. Entre las personalidades iban Mairead Corrigan Maguire, premio Nobel de la Paz, y 12 parlamentarios. También el ex arzobispo católico griego de Jerusalén, Hilarion Capucci; el dirigente islamista árabe- israelí jeque Raed Salá, y el corresponsal del canal árabe Al Jazeera, Abas Naser. El convoy llevaba 10,000 toneladas de ayuda, incluido material médico, comida, ropa, casas prefabricadas, juguetes para niños, acero y cemento para la construcción.
Gaza, un campo de concentración.- El destino de la flotilla humanitaria asaltada es una región cercada de tanques de guerra, trincheras y vallas llamada Franja de Gaza. Está formada por una extensión de 362 kilómetros cuadrados, y allí viven hacinados 1.5 millones de palestinos. Se trata de un verdadero campo de concentración. El territorio tiene una de las mayores densidades de población del mundo, y cuyo 80 por ciento depende de la ayuda extranjera para subsistir. Este podría ser el inicio de un movimiento ya que otros barcos y activistas zarparon rumbo a Gaza.