Dolor en Venezuela.- El asesinato a balazos de la actriz y exreina de belleza Mónica Spear y su esposo Henry Thomas Berry en una carretera turística de Venezuela desató la ira de los venezolanos, quienes, pancartas en mano, se manifestaron pidiendo el fin de la delincuencia. Como respuesta el presidente Nicolás Maduro se reunió con gobernadores y alcaldes para coordinar un “plan de pacificación”. Spear y su esposo, quienes fueron asesinados ante la mirada de su hija Maya, de 5 años, y que resultó herida en el intento de robo, fueron sepultados ayer en Caracas en medio de un mar de lágrimas.

Ciudades más violentas de AL.- La combinación de la pobreza, la corrupción, el narcotráfico y las pandillas han convertido América Latina en la región con más homicidios del mundo a pesar de tener solo el 8 por ciento de la población. Según un informe la ciudad latinoamericana con más homicidios es San Pedro Sula, Honduras, con 169.30 homicidios por cada 100,000 habitantes. Le sigue Acapulco, México, con 142.88. Caracas, Venezuela, con 118.89; luego Torreón en México con 94.72; Maceió, Brasil, con 85.88; Cali en Colombia con 79.27; Nuevo Laredo de México con 72.85; Barquisimeto de Venezuela tiene 71.74, y João Pessoa de Brasil con 71.59 asesinatos por cada 100,000 habitantes.

Maduro en alerta.- Siguen Manaus en Brasil con 70.37, Cuidad de Guatemala con 67.36, Fortaleza en Brasil aparece con 66.39, Salvador también en Brasil con 65.64 y Culiacán en México con 62.06. Luego Vitoria en Brasil con 60.40 homicidios, Cuernavaca en México con 56.08, Ciudad Juárez aparece con 55.91, y Ciudad Guayana en Venezuela tiene 55.03. Venezuela tiene la quinta tasa de homicidios más alta del mundo, según la ONU. La organización Observatorio Venezolano de Violencia señala que las muertes violentas se han cuadriplicado en los últimos 15 años, y cita que el 2013 cerró con 24,763 casos. Para el Observatorio, Venezuela registra una tasa de 79 homicidios por cada 100,000 habitantes. El gobierno cifra en 39 el número de asesinatos sobre los 100,000 habitantes. Además de la “guerra económica” y las presiones internas y externas, Maduro tiene el reto de frenar una fuerte delincuencia.