El pasado miércoles la Organización de Estados Americanos (OEA) abordó la situación de Venezuela. La tierra del libertador Simón Bolívar tiene dos meses sacudida por violentas manifestaciones contra el gobierno de Nicolás Maduro que han dejados más de 60 muertos. En los últimos días el dirigente opositor Henrique Capriles resultó lesionado en los disturbios de Caracas. En la cita de la OEA, que terminó sin pena ni gloria, hubo dos posiciones: primero la que llevaron los 14 miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), y segundo, la de la coalición que integraron Estados Unidos, Canadá, México, Panamá y Perú. Veamos los pedidos de cada bloque.
La carta de Maduro.- Los países del Caricom llamaron al gobierno a reconsiderar su retiro de la OEA, pidieron el cese de las movilizaciones, instaron a tomar medidas para restaurar la paz, y urgieron abrir un verdadero diálogo. El Caricom no abordó el tema de la Constituyente. Mientras que la coalición “de los cinco”, que encabezan EEUU y Canadá, pidió la liberación de los presos políticos, la suspensión de los juicios de civiles en tribunales militares, prontas elecciones con la participación de observadores internacionales. También que el gobierno acepte asistencia humanitaria internacional, y sobre todo, que desista de la Asamblea Constituyente, la carta que juega Maduro en estos momentos.
Un pueblo dividido.- En una columna pasada decíamos que a finales de marzo el gobierno venezolano sumó dos polémicas decisiones a la actual crisis: primero fue el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que despojó de la inmunidad a los miembros de la Asamblea Nacional (Congreso), y segundo, la decisión del mismo tribunal (TSJ) de “tratar” de asumir el rol de la Asamblea Nacional, acto este último calificado como un verdadero auto golpe de Estado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y la comunidad internacional. A estos desaciertos se une la convocatoria a una Asamblea Constituyente contra viento y marea. ¿Qué busca Maduro? ¿Ganar tiempo? Lo que se ve cada día en Venezuela, y se demostró en la reunión de la OEA, es que hay dos grupos irreconciliables.