Tal como muchos vaticinaban, el diálogo que el gobierno y la oposición de Venezuela sostenían desde diciembre en Dominicana bajo la mediación del presidente Danilo Medina, el exjefe de gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y otros líderes latinoamericanos, pasó sin pena ni gloria. Algunos de los temas de la maratónica conversación fueron la inmediata liberación de los presos políticos, la suspensión de los juicios de civiles en tribunales militares, una agenda para las próximas elecciones con la participación de observadores internacionales. También que el presidente Nicolás Maduro acepte asistencia humanitaria internacional, y sobre todo, que desista de la Asamblea Nacional Constituyente. Pero, por ahora, el punto que ha “trancado” la jugada, al parecer, ha sido el adelanto de las elecciones presidenciales.
EEUU presiona.- Estados Unidos, que al igual que la Unión Europea y algunos países latinoamericanos, condenó el adelanto de los comicios, despachó esta semana a su secretario de Estado, Rex Tillerson, de gira por México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica. (En un principio se pensó que RD pudo haber figurado en su agenda, ya que es aquí donde se sentó la mesa de las conversaciones). En su periplo, Tillerson recabó apoyo para presionar a Maduro, y sobre todo, evaluó los posibles efectos de un embargo petrolero contra el país sudamericano sumergido ya en una agonizante crisis.
Una oposición sin candidato.- Volviendo al diálogo, es bueno señalar que desde el inicio Maduro ha sido poco sincero, y al parecer no ha puesto todas las cartas sobre la mesa. Y es que desde que intentó despojar de la inmunidad a legisladores opositores, reemplazar la Asamblea (Congreso) por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), y la imposición de una Constituyente, el heredero de Chávez es visto por analistas como un jugador que busca ganar tiempo y luego sorprender. Un ejemplo es el adelanto de las elecciones. La oposición, agrupada en la MUD, ha sido sorprendida inmersa en el diálogo, sin un líder y con varias figuras clave como Henrique Capriles y Leopoldo López inhabilitados.