De Taiwán a China continental.– El pasado lunes 30, en pleno feriado por el Día del Trabajo, de sorpresita, el gobierno dominicano anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China (China continental), y al mismo tiempo el rompimiento con Taiwán (República de China, como a ellos le gusta ser llamado) La firma se hizo en Pekín por los cancilleres Miguel Vargas, por Dominicana, y Wang Yi, por China. La decisión dominicana, muy respaldada a lo interno del país, ha repercutido internacionalmente, y el presidente Danilo Medina –cosa que negó- ha sido acusado de “venderse” al gigante asiático por la promesa de inversión en el país.
Un poco de historia.- El génesis del alejamiento de China continental y la isla de Taiwán surge en la guerra que libran en la década de 1920 el entonces gobernante Partido Nacionalista Chino o Kuomingtang y el Partido Comunista. Lucha opacada por la invasión de Japón. Pero en 1949 las fuerzas comunistas de Mao Tse-tung se impusieron en China continental y el líder nacionalista, Chiang Kai-sehk, muda el gobierno a Taiwán . En la “Guerra Fría” Taiwán inicia su ascenso meteórico, y como había que contrarrestar los vientos comunistas, Taiwán fue reconocido a nivel mundial.
El mercado manda.- Pero la luna de mil no duró mucho y desde 1971 las grandes potencias y la ONU corrieron hacia las mieles de la República Popular China, reconociéndola, e iniciando el aislamiento de Taiwán. Hoy Taiwán es apoyado por 19 países. Y en la lista no hay ni una potencia. En resumen, dada la aceleración de la economía de la República Popular China, los puertos del mundo se abren a su mercado, y cortan con Taiwán. Y es que Taiwán ha ido pagando por la muerte de las ideologías, y en cambio, China continental es la fruta deseada en una época en que el mercado es el que manda.